Desconocida, pequeña, pero a la vez paradisíaca. Así es la comarca de Matarraña, en Aragón que se ha convertido en el destino preferido este verano. Sus vecinos y empresarios han hecho lo imposible para adaptarse a las medidas de seguridad por el coronavirus y los turistas lo han agradecido.
Su éxito ha sido tal que le han cambiado el nombre de Matarraña para llamarla la Toscana aragonesa. El entorno único de todos estos pueblos de Teruel, escondidos entre viñedos e impresionantes paisajes, una pequeña comarca que contra todo pronóstico ha sido el destino preferido de la temporada.
Los empresarios y hosteleros no dan crédito a esta bonanza que no habían visto en sus años de actividad, pero admiten que han trabajado muy duro para convertir la comarca de Matarraña en un destino seguro para los vacacionistas en tiempos de coronavirus.