Las mascarillas están agotadas en prácticamente todas las farmacias españolas e incluso los sanitarios tienen problemas para acceder a ellas. Por eso, hay muchos ciudadanos que intentan colaborar fabricándolas ellos mismos. En Estados Unidos, una estudiante ha ido un paso más allá y se ha preguntado: ¿qué pasa con las personas sordas y con problemas de audición que leen los labios de su interlocutor para comunicarse?
Ashley Lawrence tiene 21 años y estudia la universidad de Kentucky. Debido a las crisis del coronavirus ha tenido que volver a su casa, pero no que ha quedado de brazos cruzados. Según explicado al medio norteamericano Lex18, la idea nació cuando vio a la gente en Facebook fabricando sus propias mascarillas. Entonces pensó en las personas sordas. Tras una conversación con su madre, ambas se pusieron manos a la obra.
Para fabricar sus mascarillas usaron sábanas y plásticos, que se colocan en la zona de la boca y permiten verla, a la vez que contribuyen a quien la lleva a protegerse del coronavirus. Pero Ashley no se quedó ahí. También reflexionó sobre cómo ayudar a la gente que no puede engancharse las mascarillas en las orejas porque llevan implantes cocleares o audífonos. “Estamos haciendo algunas que se ponen alrededor de la cabeza o del cuello”, explica.
Ashley ya tiene docenas de pedidos de sus mascarillas, que envía de forma gratuita a las personas que las necesitan.