Ciudadanos de Alemania, Austria, Dinamarca, España, Hungría, Islandia, Italia, Países Bajos, Portugal y Reino Unido, además de Estados Unidos han sido consultados sobre dos usos concretos de la técnica de cirugía conocida como CRISPR-Cas9. En concreto se ha preguntado a unos 1.000 residentes en cada país si estaban de acuerdo en recurrir a ella para curar enfermedades o para mejorar capacidades cognitivas como la memoria o la rapidez de aprendizaje. Además, se planteaban dos momentos de aplicación: en personas adultas o antes de nacer, según informa SINC.
Los encuestados se mostraron en un 75 % a favor de la edición genética para curar enfermedades en seres ya nacidos o en un 60 % si esa manipulación era en cualquier momento antes de nacer.
Sin embargo, estos mismos consultados se oponía a que la edición del ADN se produjera para mejorar nuestras capacidades cognitivas en edad adulta: 74 por ciento de rechazo. Esta misma opinión contraria crecía aún más hasta el 89 % cuando la manipulación era a nivel embrionario.
La existencia de diferentes regulaciones entre países más o menos permisivos con esta técnica despertaba el temor entre los encuestados de que se promoviese lo que se conoce como 'turismo médico'.