En una reunión con numerosos medios de comunicación su manager, Sabine Kehm, ha desvelado que el piloto tenía el deseo de "desaparecer" de la atención de los medios.
"No hace falta que me llames para el año que viene, estoy desapareciendo", esto es lo que el heptacampeón le habría dicho a su representante en una charla antes de haber sufrido el accidente.
Es por ello que Kehm no da más información acerca del estado de Schumacher. "Quiero proteger sus deseos" confiesa.
La representante ha comentado que en el momento del accidente ella estaba de vacaciones y que, al mismo tiempo que varios peridistas la llamaban para confirmar el hecho, ella también se encontraba recavando información que la pusiese al corriente de la situación.