Ricardo, de la 'manada' de Villalba asegura que sus hermanos 'probaron' a la víctima para dar su visto bueno
Informativos Telecinco / Agencias
15/01/201918:07 h.Los hechos sucedieron cuando Ricardo llevó a la mujer junto con los otros dos hombres a una casa situada en Villalba. Una vez allí Ricardo, con quien había mantenido relaciones sexuales "esporádicas" hasta enero de 2013 "y sin volver a mantener contacto hasta el día de los hechos" la llevó al dormitorio donde comenzó a besarla y a quitarle la camiseta.
A continuación entraron en el dormitorio los otros dos acusados. Uno de ellos manifestó que "compartiera un poco", algo a lo que se negó la joven.
Pese a ello Ricardo le contestó que "el hecho de que sus hermanos la probaran significaría que le daban la aceptación o negación como pareja", un comentario que puso nerviosa a la chica al tiempo que rechazaba la proposición.
Aunque la joven reiteró su negativa a mantener relaciones con los tres acusados, Martín comenzó a acariciarla mientras que Miguel Ángel se desnudaba. Tras ello, sometieron a la joven a vejaciones sexuales y la violaron.
La resistencia que ofrecía la joven provocó que Ricardo la metiera en el baño donde, tras pedirle ella que la llevara a casa, el acusado le contestó que "no podía dejar así a sus hermanos".
Los antecedentes a lo sucedido
El primero en dar explicaciones al tribunal ha sido Ricardo A.M., quien ha relatado que fue la víctima quien propuso mantener un contacto sexual con los tres en el baño por turnos. La conocía desde hace un año, ya que se la presentó su primo. Desde entonces, mantenían encuentros sexuales esporádicos.
El día en el que tuvo lugar la agresión sexual los tres hombres habían quedado con el objetivo de pasar un fin de semana juntos y se habían acercado al domicilio de la joven para "salir a tomar unas copas".
"Nos enrollamos en el coche y en la casa fuimos directos a la habitación", ha narrado Ricardo, quien ha detallado que en un momento del encuentro sus amigos llamaron a la puerta para comentarle que no iba bien la consola.
"Se quedaron en la puerta y con tono de cachondeo, dijeron: Termina ya y ayúdanos. Ella nos dijo que se iba al baño porque tenía la menstruación", ha explicado. A continuación, se fueron al baño y fueron pasando por turnos sus amigos, con el consentimiento de la joven. Tras ello, la llevaron a su casa.
A preguntas de la fiscal, el joven ha subrayado que en esos momentos estaba soltero y mantenía relaciones esporádicas con varias mujeres. En este caso concreto, ha destacado que le sorprendió que la víctima accediera a mantener encuentros con él, ya que estaba también con su primo. "Ella era libre para hacer lo que quisiera. Y era consentido", ha dicho.
"No hubo ningún gesto que nos indicara que ella estuviera a disgusto. Ella estaba de cachondeo y de risas en todo momento", ha insistido en respuesta a las preguntas de los abogados defensores.
Ante el tribunal, se han mostrado tranquilos y firmes en la defensa de su inocencia, insistiendo en que los hechos transcurrieron con "total naturalidad". "Nunca le dimos ninguna importancia. Fue todo en un ambiente de risas sin que estuviera nada preestablecido", han dicho.
Pruebas supuestamente manipuladas
En las cuestiones previas al juicio, las defensas de los acusados han reclamado que se anule la prueba relativa a las conversaciones extraídas de los teléfonos de dos procesados en fechas anteriores a los hechos, ya que consideran que los datos han sido manipulados por la Guardia Civil.
En contra de la posición de la fiscal, han esgrimido que la extracción de estas conversaciones no tuvieron la cobertura legal requerida y carecían de "base normativa", subrayando que su obtención provocó una indefensión sobre sus patrocinados.
También han alegado vulneración por quebranto de las garantías procesales de sus clientes, ya que no hubo principio de contradicción con la victima. Así, han señalado que ninguna defensa pudo interrogar a la denunciante, lo que les impidió contrastar sus afirmaciones en contra de sus clientes.