Los expertos ya hablan de efecto contagio. Y ya no es descartable que el abuso en grupo se haya convertido en una forma trágica de diversión o en una pauta de conducta entre muchos menores. Tres de ellos, de entre 17 años, han sido detenidos en Gandía, según informa la Cadena Cope.
El modus operandi sigue un patrón que ya se está convirtiendo en recurrente: la chica está ebria después de hacer un botellón y los chicos se aprovechan de su estado. Uno de los chicos, según las primeras investigaciones obligó a la chica a hacerle una felación en un rincón oscuro por donde fueron pasando las otros chicos.
Al final la joven es abusada por los tres menores que habían acudido al botellón con otros amigos y amigas. La niña fue atendida en el Hospital Comarcal Francesc de Borja de Gandía de las agresiones sexuales. Allí los médicos recogieron las muestras pertinentes y notificaron el hecho a la Fiscalía de Menores así como al Juzgado de Guardi, según desvela Las Provincias.
La joven avisó a su padre con un mensaje de texto después de pasar por el calvario. Instantes después fue a una casa de sus amigas a ducharse. Los jóvenes fueron detenidos en un instituto de Gandía cuando estaban en plena clase, y han quedado en libertad con cargos. Se enfrentan ahora a penas de entre dos y seis años. La mezcla de abuso de alcohol, drogas, falta de educación y abuso de porno entre menores parece que sigue causando estragos.