Kaylee es una niña de 10 años que a partir de ahora se lo pensará dos veces a la hora de reírse de alguien por su forma de vestir.
Existen muchos niños en los colegios e institutos que sufren las mofas de sus compañeros por no llevar ropa de marca, o por el simple hecho de ser diferentes. Lo que necesitan estos niños es una buena lección por parte de sus padres para que sepan lo que significa ser el centro de las mofas y no volverlo a hacer más.
Este es el caso de la madrastra de Kaylee, que cuando descubrió que su hijastras se reía de los demás por su ropa, decidió ira a un mercadillo de segunda mano y comprar unos vestidos algo ‘ridículos’, para que la niña lo vistiese.
Fueron dos días de auténtico calvario para Kaylee, tiempo en el que tuvo que vestir esos ‘ridículos vestidos’, pero como asegura la madrastra en el diario Daily Mail; “cuando la niña no hacía caso ni a los profesores ni a nosotros, tuvimos que enseñarle una verdadera lección. La pequeña de la que se reía Kaylee, no quería ir ni al colegio a causa del complejo que le había causado”
El primer día que Kaylee tuvo que ir al colegio vestida así, afirman que lloró desconsolada durante todo el día, pero sus padres creen que la lección ha valido la pena y aprenderá de ello.