La madre del joven asesinado en Langreo presuntamente organizada por su pareja, Marta -que se fue a vivir con su amante y también acusado un mes después del asesinato- lo tiene claro: "Ella fue la que planificó todo". Marta alegará en el juicio que Iván, el joven fallecido, la maltrataba y que en caso de dejarle la iba a matar. La madre no encuentra el por qué mataron a su hijo cuando pensaba que la iban a hacer abuela, pero lo cierto es que el crimen fue planificado.
La Fiscalía del Principado de Asturias solicita 27 años de prisión para cada uno de los dos acusados, Marta y su amante, por el asesinato de la pareja de ella en un garaje de La Felguera en diciembre de 2017. La víctima tenía 31 años. La vista oral, arrancó este martes tras ser elegidos los miembros del Jurado, en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial, con sede en Oviedo, a las 09.30 horas.
El Ministerio Fiscal sostiene que la víctima, residía en La Felguera en un domicilio que compartía con su pareja, la acusada, con la cual mantenía una relación sentimental desde el año 2007, únicamente interrumpida durante el año 2012. Por razones de salud, el hombre se encontraba pensionado, no trabajaba y apenas salía de su casa.
La acusada mantenía, paralelamente a la relación con él, varias relaciones esporádicas de contenido sexual con terceras personas. En los meses anteriores a su muerte, inició una relación con el acusado.
A partir del verano de 2017, la acusada, tras ganarse la confianza del acusado, comenzó a transmitirle la necesidad de acabar con la vida de su pareja, aduciendo que este la maltrataba y que, en el caso de que se enterara de la relación que ambos mantenían, su vida estaría en peligro. Los acusados comenzaron entonces a preparar cómo y cuándo acabar con su vida.
Así, estudiaron sus hábitos y la acusada informó al acusado del lugar donde su víctima guardaba el vehículo y le facilitó los datos del mismo, color, modelo, matrícula, llegando incluso a desplazarse en alguna ocasión hasta La Felguera para conocer de primera mano el lugar y las posibilidades de llevar a cabo su plan. Previamente, los acusados habían comprado, sin que conste cómo, una pistola del calibre 9 milímetros, para la que ninguno de los acusados tenía ni licencia ni guía de pertenencia.
Tomada la decisión, el 6 de diciembre de 2017, día previo a acabar con su vida, los acusados realizaron un primer intento para matarlo, de manera que, nada más que la víctima contactó vía WhatsApp con la acusada, a las 13.10 horas, para decirle que salía a lavar el coche, ésta, de forma casi inmediata, se lo comunicó al acusado. Para ello, le realizó una llamada de 54 segundos de duración, en la que le facilitó la información.
Entonces, el acusado se trasladó a la localidad de La Felguera y se quedó, según las antenas de telefonía, en las cercanías del garaje donde sabía por la descripción facilitada por ella que la víctima guardaba su vehículo. Sin embargo, el intento resultó fallido, ya que no consiguió encontrarse con él, a pesar de que le llamó al móvil desde un teléfono a nombre de una conocida, que el acusado utilizaba para evitar ser descubierto.
Ante la ausencia de respuesta, y tras enviarle igualmente un SMS, abandonó el lugar a las 14.37 horas, sin conseguir su propósito. Los acusados, decididos a matarle, y tras el fracaso del día anterior, decidieron volver a actuar el 7 de diciembre. Ese día, la víctima envió a las 13.24 horas por WhatsApp a la acusada el mensaje "tengo k ir a ver al de arriba".
Así, siguiendo el plan elaborado, la acusada se comunicó de manera inmediata con el acusado, el cual, una vez informado de la salida del domicilio de la víctima, a las 16.28 horas se dirigió nuevamente hasta las proximidades del garaje, en la calle Ingeniero Fernández Casariego de Langreo. Sobre las 18.07 horas, el hombre llegó al garaje a bordo de su vehículo. Aprovechando la apertura de la puerta, el acusado entró dentro del aparcamiento y, una vez que había aparcado y se encontraba ya fuera del turismo, el acusado se dirigió hacia él y, como previamente habían preparado, le dijo que unos días antes le había dado un golpe a su coche. Entonces, en el momento en que el hombre fue a encender la luz de su móvil para ver el supuesto desperfecto, el acusado le disparó hasta en tres ocasiones. La víctima falleció sin que pudiera prever ni adoptar ninguna actitud de protección o defensa ante el ataque inesperado y sorpresivo realizado por el acusado.
Tras acabar con su vida, el acusado emprendió la huida hacia Oviedo, realizando una parada durante el trayecto con el fin de deshacerse del arma, la cual arrojó en algún punto entre La Felguera y Oviedo. Durante el viaje realizó una llamada telefónica a la acusada, a las 18.42 horas. Al llegar a Oviedo, se reunió con ella. Tras matarlo, los acusados comenzaron a convivir en Oviedo. Fueron detenidos el día 16 de octubre del año 2018. La Fiscalía considera que los hechos son constitutivos de un delito de asesinato del artículo 139.1.1º y de un delito de tenencia ilícita de armas del 564.1.1, ambos del Código Penal. Concurre en la acusada 1 la circunstancia agravante de parentesco.
La Fiscalía solicita que se condene a cada uno los acusados a la pena de 25 años de prisión, con inhabilitación absoluta durante el tiempo de la condena, por el delito de asesinato y a 2 años de prisión por el delito de tenencia ilícita de armas, con inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de la condena.
En concepto de responsabilidad civil, el Ministerio Fiscal solicita que los acusados indemnicen a los padres del fallecido con 150.000 euros y a su hermano con 60.000 euros, más los intereses legales correspondientes.