El jurado popular ha declarado culpables a Roberto H.H. y Davinia M.G. como responsables del asesinato de Sara, la hija de 4 años de la mujer que murió en Valladolid en 2017 después de ser víctima de los terribles malos tratos a los que le sometían su madre y padrastro.
Las cuatro mujeres y cinco varones integrantes del jurado han responsabilizado a los dos encausados, por unanimidad, del asesinato de la pequeña, él con las agravantes de odio y ensañamiento y en el caso de Davinia en la modalidad de comisión por omisión.
Además, Roberto deberá responder por un delito de agresión sexual, también la agravante de odio; cuatro delitos de maltrato con lesión y de otro de maltrato habitual, en ambos casos con idéntica agravante, todos ellos también por unanimidad del jurado, mientras que no ha sido considerado autor de otros dos delitos de lesiones de los que venían siendo acusado.
En el caso de ella, Davinia ha sido acusada de tres delitos de maltrato con lesión y de otro de maltrato habitual, en todos los casos por comisión por omisión--no haber hecho nada por evitarlo--, con la aplicación de las atenuantes de obcecación y confesión, mientras que ha quedado libre de la agresión sexual padecida por Sara (cuatro integrantes del jurado sí la veían responsable frente a cinco en contra), del delito de abandono de la niña y de un total de tres delitos de maltrato con lesión.
En cuanto a la propia madre, los acusadores se mostraron contundentes al afirmar, en palabras de la fiscal, que "conocía y consentía" los malos tratos sufridos por la pequeña y pese a ello "dio prioridad absoluta a su relación de pareja, antepuso su interés egoísta y jugó a la ruleta rusa con su hija".
El jurado también se ha mostrado en contra de aplicar a los acusados los beneficios de la remisión condicional de la pena y de la concesión del indulto.
Al veredicto seguirá en próximos días la sentencia que se encargará de dictar el magistrado que ha presidido la sala, Feliciano Trebolle.
El origen del trágico desenlace de Sara se remonta a la relación de noviazgo que su madre Davinia inició a mediados de mayo de 2017, cuando aún ella seguía conviviendo en el domicilio familiar con su pareja y padre biológico de la pequeña, y casualmente, como así han venido a coincidir todas las acusaciones, a partir de ahí la víctima, de forma sospechosa, comenzó a padecer todo tipo de lesiones, golpes y hasta alguna quemadura.