Frialdad en uno de los momentos más duros de su vida. Estaba cumpliendo su mayor sueño desde hacía días, ir a ver la última de Los Vengadores, pero lo que iba ser un día de disfrute casi se vuelve tragedia. Lo cuenta El Comercio, que desvela la historia de un niño de diez años que estuvo a punto de morir ahogado en un cine de Gijón al atragantarse con una palomita.
Ya con la película empezada y el cine a oscuras, la madre del pequeño notó que el niño se encontraba mal y lo sacó de la sala. Hizo como pudo la maniobra de Heimlich y le salvó la vida. Gracias a que había visto cómo hacerlo por internet fue capaz de salvar a su pequeño.
Cogió al niño, lo abrazó por detrás, cerró su puño y comenzó a presionar con la otra mano a la altura de la barriga hacia arriba. Después de llamar a emergencias, se comprobó que el niño estaba fuera de peligro aunque fue ingresado en un hospital de Cabueñes.
La importancia de conocer estas técnicas es vital, advierten los facultativos, porque el tiempo es vital. Se da la paradoja de que en el cine de Gijón nadie conocía la técnica que la madre aprendió en internet, un conocimiento que salvó la vida de su hijo. Precisamente, un niño de tres años falleció en Gijón tras atragantarse con una uva el pasado mes de enero.
Si la víctima puede toser
Si la víctima del atragantamiento puede toser, lo mejor es no intervenir para dejar que el reflejo natural de la tos haga su trabajo. En contra de lo que muchas personas creen, es muy importante no palmear la espalda de la persona atragantada si está de pie o sentada, pues el cuerpo extraño podría desplazarse aún más adentro, según informa la OCU.
Sin embargo, si la tos no está surtiendo el efecto deseado y la persona se debilita, puedes ayudarla a doblarse por la cintura e inclinarse mucho hacia delante, para darle a continuación algunas palmadas enérgicas entre los omóplatos. De este modo, si el cuerpo extraño se mueve, será hacia afuera y no hay peligro de que se encaje aún más en las vías aéreas.
Si la víctima no puede toser
Si la víctima no logra toser es porque sus vías respiratorias están totalmente obstruidas y corre peligro de morir por asfixia en pocos minutos. En estos casos, tienes que actuar con calma y rapidez, empezando por preguntarle a la víctima si se está ahogando. Si la respuesta es sí, dile que la vas a ayudar, para que no se asuste cuando la manipules. La maniobra de Heimlich no es difícil. Este vídeo demuestra cómo hacerla.
Si la víctima es una persona muy obesa o bien es una embarazada, hay que colocar el puño en mitad del esternón. Si la víctima está inconsciente y tumbada en el suelo, hay que colocarla boca arriba y sentarse a horcajadas sobre ella, practicando las presiones en el mismo punto y en la misma dirección, con las manos superpuestas y usando el talón de la mano que está debajo. Puedes hacer un ensayo de la maniobra en casa, sin aplicar fuerza, simplemente para aprender a colocarte. Así estarás preparado si tienes que practicarla en alguna ocasión real. Y recuerda: hay que hacer varias series de compresiones hasta que el objeto sea expulsado, mientras alguien avisa al servicio de emergencia 112 (si el atragantamiento se resuelve sin problemas, llama de nuevo para que no hagan el viaje en balde).
Si estás solo y sientes que corres peligro de asfixia, es posible hacerse uno mismo la maniobra de Heimlich: coloca el puño sobre la parte superior del abdomen y cúbrelo con la otra mano. Después, busca un apoyo sólido como el borde de una mesa o el respaldo de una silla, y apóyate sobre él de modo que las manos presionen con fuerza y rapidez hacia dentro y hacia arriba.