Alba Alvarado, la madre de la niña de 14 años asesinada en Oviedo, se enteró de lo sucedido mientras estaba en su puesto de trabajo en la residencia de estudiantes María Inmaculada. La madre recibió la noticia mediante una llamada de teléfono y entró en estado de shock. La menor, que murió en brazos de un policía, fue asesinada cuando volvía a su casa del colegio para comer con su padre y su hermano.
La trágica noticia del asesinato de la niña de 14 años en Oviedo dejó enmudecida a la residencia de estudiantes femenina María Inmaculada, que pertenece a la congregación Hijas Marías Inmaculada. “Llamaron aquí para comunicarle la noticia, y en todo momento estuvo acompañada de la madre superiora. Estamos en shock, consternadas por lo ocurrido porque es un golpe difícil de asimilar”, dicen las compañeras de Alba Alvarado.
La familia de la víctima es de Ecuador, según publica El Comercio, y se trasladaron a España hace 20 años. La madre es recepcionista en la residencia María Inmaculada y el padre, René Yunga, es auxiliar de enfermería y trabajó en el hospital de Jove de Gijón. El matrimonio tuvo tres hijos, dos mayores que estudian y trabajan, y Erika, que era la pequeña.
“No sé cómo van a asimilar este golpe porque es tremendo. La madre superiora está consternada porque tienen mucha relación. Igual tenemos que llamar a los médicos para que la miren”, dicen en la residencia de la madre.
La menor fue hallada muerta con signos de violencia en un piso del barrio ovetense de Vallobín tras recibir un aviso de los vecinos a primera hora de la tarde de este martes. En la vivienda, ubicada en la calle Vázquez de Mella 69, también se encontraba herido de gravedad un hombre, que fue detenido y trasladado en ambulancia al Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA).