Madre Naiara: "Mi hija no saldrá de donde está, quiero lo mismo para su asesino"
La madre pide que el asesino de su hija "ni viera el sol, como mi hija, que no lo va a volver a ver más"
"Voy a su colegio y sigo en la puerta esperando que salga y me cuente su día"
Unos días después de hacerse pública la sentencia por el asesinato en Sabiñánigo (Huesca) de la niña Naiara tras horas de crueles torturas, en julio de 2017, su madre se ha mostrado de acuerdo con la condena de prisión permanente revisable impuesta al responsable al afirmar que su hija "no va a salir de donde está" y que quiere "lo mismo para su asesino".
Mariela Benítez ha hecho esta afirmación en una comparecencia ante los medios de comunicación junto a su abogado, Luis Marín, a quien, ha resaltado, le pidió que su asesino "no saliera de ahí (de la cárcel) ni viera el sol, como mi hija, que no lo va a volver a ver más".
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Ha asegurado que la reciente celebración del juicio por asesinato contra su cuñado, tío político de la menor, y la condena impuesta por maltrato continuado a su marido y a su suegra, la abuelastra de Naiara, le obligaron a "revivir todo" a pesar que su herida "no había cicatrizado y volvió a abrirse y a sangrar".
La sentencia le ha permitido en parte "descansar"
Mariela ha añadido, sin embargo, que la sentencia le ha permitido en parte "descansar", algo que, ha subrayado, es lo que ha venido pidiendo: "justicia para mi hija y que podamos descansar las dos; es lo único que quiero como madre y amiga que fui de mi hija".
En sus declaraciones, ha asegurado no poder superar la pérdida de Naiara a pesar de los consejos que recibe de su entorno porque "es mi hija y la amo, y a día de hoy la sigo extrañando".
"Voy a su colegio y sigo en la puerta esperando que salga y me cuente su día", ha añadido la madre de Naiara, que sigue encendiendo de forma cotidiana una vela en la tumba donde fue enterrada la niña.
Quiere seguir cuidando la tumba de su hija
Ha comentado, además, que su intención es permanecer en su trabajo en Sabiñánigo porque "ahí está mi hija y tengo que seguir cuidándola y llevándole sus flores", algo que volvió a hacer el pasado día 1, la fecha del cumpleaños de Naiara.
Ha lamentado haber sido juzgada durante mucho tiempo como madre y como persona, tras los manifestaciones acusatorias hechas por el padre biológico de la niña.
En relación a su actual pareja, condenado a dos años de cárcel por maltrato continuado, ha asegurado que sigue confiando en él, a pesar de las dificultades que supuso para ella conocer las pruebas presentadas por dos de las acusaciones.
Por otra parte, ha reconocido tener dudas acerca de si el cadáver de su hija está en el nicho en el que fue enterrada, ya que una fuente que no ha identificado le comunicó que el 27 de julio de 2017 le habían sido realizadas unas pruebas al cuerpo, varios días después de asistir a su entierro.
"Si realmente está Naiara en Sabiñánigo o dónde está"
"No sé si se le realizaron esas pruebas, pero yo sigo llevando la vela a mi hija", ha explicado Mariela, quien ha asegurado querer saber "si realmente está Naiara en Sabiñánigo o dónde está".
En su comparecencia ha admitido haber recibido la carta que le envió desde la cárcel el asesino de su hija, Iván Pardo, que, ha destacado no tuvo "ni el valor, ni la fuerza ni el coraje para abrirla". "Así como llegó la rompí y la tiré, porque no me va a devolver a mi hija", ha dicho.
Por su parte, el letrado de Mariela ha explicado que su clienta le había encargado interponer querellas contra la escritora Lucía Etxeverría, que le acusó de la muerte de su hija y de desearle que muriera, y contra el abogado del padre biológico de Naiara, Marcos García Montes, por asegurar en su informe final ante el jurado que enjuició el caso que había mentido en su declaración.