Antes de asesinar a sus dos hijas durante un régimen de visita autorizado por un juez, el padre de Nerea y Martina las había amenazado varias veces de muerte. Su madre, Itziar Prats, se cansó de denunciarlo, pero nadie le hizo caso. "El 25 de septiembre me despertaron con la muerte de Nerea y Martina. Siento que no se las protegió correctamente y ahora sé que realmente fue así" relata a Informativos Tele5 un año después del crimen.
Nadie protegió a esas niñas, nadie valoró las pruebas que su madre presentó en el juzgado. "Nadie tuvo en cuenta ni las grabaciones que yo tenía, ni fotos del carrito de bebé de Martina destrozado, ni las amenazas de muerte a Nerea y Martina", lamenta.
Una madre que ahora denuncia al Estado porque ni la policía ni el juzgado valoraron el riesgo real de muerte que corrían las pequeñas. "Aquí no se ha hecho nada y ahora lo lamentamos. Es mucho más costoso el daño que se ha producido por el asesinato de Nerea y Martina que su prevención”.
Nadie lo evitó a pesar de que desde 2014 está vigente el convenio de Estambul contra la violencia de género, que obliga al Estado a proteger a los menores. “Hasta marzo de 2019 no ha entrado en vigor. Es para que se le caiga a alguien la cara de vergüenza” denuncia su abogado, Gabriel Rubio. Itziar ha interpuesto una reclamación por responsabilidad patrimonial contra el Ministerio del Interior y de Justicia. Para que algo así no vuelva a ocurrir...jamás.