Jane Hanmore, de 35 años, fue agredida física y sexualmente por su esposo, Brian Hanmore, de 40 años, durante toda una década. En enero de 2018, el padre de la familia fue condenado a 10 años de prisión después de admitir las violaciones.
Jane, una asistente de atención médica, asegura que está hablando "para mostrar a los demás que puedes reconstruir tu vida después del abuso. Nunca es demasiado tarde para escapar y obtener justicia". Los hechos ocurrieron en la ciudad inglesa de Poole, en el condado de Dorset.
Ambos se conocieron en 2001 y sólo un año después ya comenzaron los insultos hacia ella. "Cuando nuestro hijo tenía cinco meses me violó por primera vez cuando me negué a tener sexo con él. Después, me sentí avergonzada. Nunca podría escapar. Un día, los niños entraron a la cocina cuando Brian me estaba violando mientras yo estaba parada en el fregadero y cuando me preguntaron por qué estaba llorando, mentí y dije que me había cortado el dedo. Entonces les dije que volvieran a la sala mientras él continuaba", relata Jane.
La víctima añade que "tenía demasiado miedo para decírselo a nadie y Brian me hizo sentir que nadie me creería". En enero de 2012, ella decidió abandonar a su marido, el cual no estaba por la labor de dejarla en paz. "Un día entró en mi casa y se negó a irse. Me tiró al suelo, me estranguló y luego me arrastró a la sala de estar por el pelo. Afortunadamente, dos de mis hijos que tenían 12 y 14 años, escucharon mis gritos y corrieron a rescatarme. Uno llamó a la policía, me ayudaron a sacarlo y cerrar la puerta principal".
Jane explica que "estoy aliviada de estar a salvo de las garras de Brian, pero desearía que estuviera encarcelado por más tiempo. Todavía estoy reconstruyendo mi vida". Dijo al 'Bournemouth Echo' que Hanmore era un "monstruo" y agregó: "No solo a mí me ha afectado, sino también a mi familia, y especialmente a mis hijos".