La sociedad de gales aún está conmocionada por lo que hizo una madre con su hija de 4 años el pasado verano. Los hechos ocurrieron en julio, cuando Carly Ann Harris, de 38 años, quemó a su hija Amelia y la ahogó en el baño, mientras sufría una crisis mental pensando que el sacrificio que hacía ayudaría a salvar al mundo.
El jurado que deliberó sobre el caso, finalmente no la ha considerado culpable de asesinato, ya que tras el informe de los psiquiatras han concluido que la mujer padece esquizofrenia paranoide y será internada en un hospital del sur de Gales.
Según recoge The Guardian, la madre de Harris agradeció la sentencia que habían dado a su hija y aseguró encontrarse “devastada por todo lo que había sucedido”, ya que había perdido a su nieta y a su hija al mismo tiempo, “ella no es un monstruo”
Fue el hermano de la pequeña Amelia quien encontró el cadáver envuelto en una sábana sobre la mesa del jardín. Según relató la vecina de la familia, Megan Griffiths, vio a Harris de pie aturdida que no paraba de repetir: “Dios estará con ella”. Cuando la policía llegó al lugar de los hechos, les señaló que los ángeles le habían “dicho que lo hiciera, arrésteme”