Mossos D’Esquadra, Policía Nacional y Guardia Urbana de Barcelona se han unido en una macrooperación coordinada para tratar de poner coto al narcotráfico en el conflictivo barrio del Raval de Barcelona.
Más de 1.000 agentes han sido movilizados en un dispositivo que ha llevado a cabo al menos 35 registros en distintos domicilios, almacenes y narcopisos de la zona y ha logrado la detención de 50 individuos. Así mismo, se han intervenido 2 kilos de cocaína, 3 de heroína y 2.180 pastillas, según el balance provisional ofrecido por los Mossos D'Esquadra
Concretamente, tal y como han informado los Mossos a través de Twitter, la operación estaba dirigida contra una organización criminal dedicada al tráfico de drogas, y se han llevado a cabo investigaciones sobre distintos vendedores ambulantes de la zona, quienes "ofrecían distintos tipos de drogas a turistas en los principales puntos de ocio de Barcelona", así como "desde domicilios". Además, "distribuían heroína a consumidores de Barcelona".
Apoyando por vía aérea a los agentes desplegados, un helicóptero también fue dispuesto para la vigilancia de todo el área.
Los vecinos del Raval llevan mucho tiempo denunciando que el delito campa a sus anchas en el barrio, reclamando más seguridad y más medidas para frenar tanto la proliferación de los denominados narcopisos como las reyertas que se multiplican en la zona, –muchas veces motivados también por ajustes de cuentas y el propio tráfico de drogas–, o la oleada de robos que les atemorizan.
Sin ir más lejos, este mismo jueves ha visto la luz el vídeo que una joven grabó desde su balcón, en el cual un joven intentó resistirse cuando un indigente que todos conocen en el barrio se abalanzó contra él para robarle. Acabó con un navajazo en el cuello, ingresado en la UCI, operado para reconstruirle las arterias. Esta vez, afortunadamente, no se teme por su vida, pero son demasiadas las ocasiones en las que se producen sucesos de este tipo que llegan a rozar un final trágico.
Hace tan solo dos meses, la alarma la ponía el denominado ‘violador del Raval’, quien arrancó de un mordisco parte de la oreja de una mujer de 37 años, además romperle un brazo y el labio en una brutal agresión.
Poco antes, en el mismo mes, –abril–, la impactante imagen que daba cuenta de la situación en el barrio la ponía un niño de 8 años inhalando pegamento por sus calles.
La ciudadanía pide más seguridad. Vecinos y comerciantes de la zona denuncian vivir en una angustia continua y están cansados de vivir bajo un clima de inseguridad. Faltan efectivos, y los propios Mossos así lo denuncian también desde su sindicato.