Plácido Domingo es la última cara conocida señalada por el movimiento #MeToo. Al menos 11 mujeres acusan al tenor español de acoso sexual y conductas sexuales inapropiadas. Todas denuncias anónimas menos una. LA soprano Angela Turner Wilson ha relatado con todo lujo de detalles como, durante una sesión de maquillaje entre los años 1999 y 2000, Domingo le tocó los pechos sin su consentimiento.
El tenor español ha negado rotundamente todas las acusaciones, aunque parece que sus palabras no convencen a muchos. La última cancelación de uno de sus conciertos la anunciaba este viernes la Ópera de Dallas, dónde Plácido Domingo tenía previsto actuar el próximo mes de marzo.
El que sí que se ha creído las explicaciones de Plácido Domingo ha sido Albert Boadella. El dramaturgo catalán lanzó ayer un mensaje en su cuenta de Twitter en el que dejaba claro que no se creía la denuncia de Angela Turner e insinuaba que si en aquél momento la soprano no se defendió es porque quería "ligar" con su presunto acosador.
Inmediatamente, a Boadella le cayó encima un aluvión de críticas acusándole de machista. Pero lejos de rectificar, el dramaturgo decidió ir un paso más allá. "Las manos de un macho no están para estar quietas precisamente. De lo contrario los humanos no existiríamos como especie".