Luna, la voluntaria de Cruz Roja insultada por ayudar a migrante senegalés en Ceuta: “Lloraba, le tendí la mano y me abrazó”
Luna tiene 20 años, es de Móstoles pero está en Ceuta como voluntaria en prácticas
Ayudó a un migrante senegalés que se abrazó a ella desesperado
Cree que ese gesto "fue su salvavidas"
Luna Reyes Segura ha bloqueado sus redes sociales. La imagen de esta cooperante en prácticas de Cruz Roja abrazada por un migrante senegalés en la playa del Tarajal en Ceuta ha sacado lo peor de la condición humana. Miles de comentarios alabando su gesto humanitario ante el dolor y el sufrimiento contrastan con otros tantos en los que los insultos y el desprecio a su acción y los migrantes son la tónica general.
Luna tiene 20 años, es de Móstoles de madre ceutí. Cuenta a la web de RTVE que está en Ceuta realizando las prácticas de estudios de Integración Social. Junto a sus compañeras de estudio y piso afirma que "No estábamos preparadas para ver algo así".
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Cuenta que lo que vio en ese momento en la playa era a una persona que "Lloraba, se le caía la baba todo el rato" y que "antes de abrazarme se estaba apedreando la cabeza. Se quería matar", por lo que "le tendí la mano y me abrazó", por que cree, asegura que "dar un abrazo a alguien que pide socorro es lo más normal del mundo".
Ha sido ese gesto del abrazo intenso y prolongado del que ella parece zafarse en un momento el que la ha situada en el ojo del huracán de las redes sociales. Antes de bloquear sus cuentas quiso explicar que ese gesto: "mi única intención era que se tranquilizar, que se hidratara y si por mí fuera llevármelo conmigo para poder ayudarlo en todo lo que pudiera".
Pero otros la han señalado como una cooperante necesaria para que la invasión migrante se convierta en una amenaza para ciudadanos que sienten en peligro sus vidas, su seguridad, sus negocios y sus propiedades.
Incapaz de asimilar aún ese el momento cuenta que solo sabe que este migrante que ya ha sido devuelto a territorito marroquí es senegalés y que "lo vio llorar como un niño agarrado de la mano de su amigo inconsciente".
Su desesperación le llevó a pegarse mí "como una lapa" y ese abrazo "fue su salvavidas". Cuenta Luna a RTVE que "me hablaba en francés y enumeraba con los dedos de la mano. Yo no entendía nada, pero estoy convencida de que estaba enumerando los amigos que ha perdido en el camino".
En sus declaraciones a varios medios de comunicación Luna cuenta que sus redes sociales se han llenado de elogios pero también de insultos que asegura denunciará cuando pase esta tormenta. Algunos de ellos son de una violencia inaudita como el que le dijo que "se nota que te gustan las pollas grandes" o otro en el que mezclan miedo y amenaza: "qué harías si te quedas sola con cuatro de ellos, seguro que te violan".
El blog que escribe junto a sus compañeras de piso y ONG se ha llenado en las últimas horas de insultos groseros. Ellas cuentan el día a día de su labor humanitaria pero desde ayer solo hay violencia verbal. Algunos le preguntan por su estancia en la ciudad caballa como una especie de "turismo sexual" mientras que para otros aseguran que jamás colaborarán con Cruz Roja: "joder que bien vivís a costa de los demás, y encima dando lecciones morales a los que os pagan el sueldo. En mi vida volverá a donar un duro a cruz roja".