La lucha fratricida en el juicio de la CAM
Continúa el juicio en Alicante por el asesinato de la viuda del expresidente de la CAM
Ha declarado el hijo en el que confiaba la víctima, quien estaba enfrentado al resto de sus hermanas
La guerra se inició con la muerte del patriarca. Las hermanas de Vicente Sala, que no se habían dedicado nunca a los negocios familiares, reclamaron su sitio en la consejería de las empresas. Vicente Sala hijo ha explicado que fue muy chocante porque no tenían ninguna preparación, pero pretendieron dirigir todo. El cambio fue liderado por el acusado, Miguel López, que asesoraba al bando de las hermanas, una de ellas su mujer. Querían poder y decidieron intervenir en la empresa más rentable de todas, la de Vicente, dedicada a los plásticos. Le cesaron de consejero y le mantuvieron de director porque tenía unos beneficios de 200 millones, y eso no lo querían perder. Las otras dos empresas no iban bien, sobre todo la de los vehículos. Novocar, a cargo de Miguel López, tenía pérdidas que la viuda de la CAM no estaba dispuesta a soportar. Hasta 4 millones de euros. Tenían que inyectar dinero a base de avales y la paciencia de Mari Carmen se agotaba. En ese contexto, la jugada de las hijas contra su hermano enfureció a su madre, que convocó una junta con la intención de usar la acción de oro y restituir a Vicente como consejero. En esa junta volaron los cuchillos, los dos bandos enfrentados se sentaron separados. El hijo de Miguel López le hizo una señal de degüello a su abuela, la mujer de Miguel empujó a su tía y a su hermano le dijo que “lo pagaría”.
La viuda fue asesinada
La siguiente jugada de las hijas fue dar una acción a cada uno de sus hijos, los nietos de la CAM, y aumentar así su poder en las votaciones. De esa manera la viuda comprendió que no podría dar la acción de oro a su hijo como decía el testamento del patriarca. Si no cambiaba los estatutos. Ese plan para cambiarlo todo lo averiguó Miguel López a través de su mujer, que espiaba a Vicente en el despacho, según el abogado de la acusación; asegura que además usaron un bolígrafo espía para escucharle. En las conversaciones entre ambos también hablaba de que Novocar iba a ser cerrado y Miguel iba a perder su trabajo y su posición. Los estatutos del imperio familiar se iban a cambiar en enero para blindar a Vicente, pero en diciembre la viuda fue asesinada, extinguiéndose la posibilidad de que Vicente heredara la acción de oro. A partir del crimen, Miguel López haría ostentación de que esa herencia ya no se podía materializar, erigiéndose sin disimulo en líder del bando de las hermanas. Vicente Sala ha hablado de su cuñado como un hombre que decía saberlo todo y que presumía cuando hablaba de armas. Miguel López se sonreía mientras escuchaba en sala, una imagen muy diferente a la de ayer cuando alegó que no podía ni declarar por su estado anímico. Lo dijo con voz quebrada, frágil, dijo su abogado, cuando le habíamos visto en un bar charlando con normalidad con sus abogados sobre su estrategia de defensa.