En Vigo se vive ya la cuenta atrás de su espectacular alumbrado. Tanto es así que se ha instalado un reloj en el que se va descontando el tiempo que queda para el encendido. Para que Vigo brille así es necesario ponerse manos a la obra con meses de antelación. Ya en agosto empezaron a instalarse los 10 millones de luces leds. Estos días decenas de operarios trabajan para poner en pie un mercadillo navideño que estará bañado por nieve artificial.
Ya lo dice el alcalde, Abel Caballero. Ninguna otra ciudad del mundo está a la altura de la suya. Los más impacientes no paran de mirar el reloj, que marca los días, minutos y segundos que faltan para el alumbrado. Pero para encantados, los dueños de tiendas y hoteles. Para ellos las luces es sinónimo de negocio. Apenas quedan 20 días para dar el pistoletazo de salida a la Navidad viguesa y el regidor está convencido de que el 23 de noviembre ningún temporal gallego estropeará el día. Se prevé que 150.000 personas sean testigos de tan señalado momento.