La Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) ha hecho balance del año hidrológico, que acabará el 30 de septiembre. La principal conclusión es que los patrones de las lluvias han cambiado en España. Ahora hay menos días de precipitación, pero con más intensidad.
La característica anterior coexiste con lluvias torrenciales en el este peninsular. El secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán, cree que hay que "adaptar la gestión del riesgo de inundación al contexto del cambio climático".
La vertiente mediterránea es una de las zonas que más sufre las consecuencias. Las lluvias torrenciales son más intensas y ocurren con mayor frecuencia que en décadas pasadas. Igualmente, la agencia ha hallado que la cantidad de precipitación en las jornadas más lluviosas está subiendo en: Pirineos, partes de Andalucía y Extremadura; y puntos aislados de la meseta norte y Canarias.
El catedrático de Análisis Geográfico Regional de la Universidad de Alicante Joge Olcina ha hecho hincapié en las medidas. Según sus palabras, las autoridades deben velar por el estricto cumplimiento de la Ley del Suelo y prohibir la construcción en zonas de riesgo.
Cada vez se registran fases de sequía más prolongadas en el sur. Las comunidades más afectadas son Murcia y Andalucía, según ha explicado el portavoz de AEMET, Rubén del Campo. En el resto del territorio no existe una tendencia clara. Por el contrario, en el valle del Ebro están disminuyendo los episodios de sequía.
En cuanto al cambio climático, Olcina ha resaltado que los trasvases de agua no son viables. En su lugar, ha añadido, habría que desalar o reutilizar el agua. Varias cuencas de acumulación —similares a las hidrográficas— están en sequía meteorológica (escasez continuada de precipitaciones): Segura y Júcar, desde septiembre de 2020; Sur, desde octubre de 2020; Pirineo oriental, desde febrero de este año; y Ebro, desde agosto.
Los anteriores meses han sido normales en cuanto a la temperatura. La media ha sido de 22,1 grados Celsius, con una desviación de 0,3 °C que "no es significativa". No obstante, este ha sido el séptimo verano consecutivo con una temperatura más alta al periodo referencia de 1981 a 2010.
La agencia ha contabilizado cinco olas de calor en este periodo estival: tres en las islas Canarias, donde no había desde 2015; una en Península y otra en las islas Baleares. La más intensa fue la registrada entre el 11 y el 16 de agosto, una de las peores en España hasta el momento. Dejó récords en el 20% de las estaciones de medición.
La previsión es que la estación sea más seca y cálida respecto con el periodo referencia de 1981 a 2010. La temperatura será al menos 0,6 grados superior a lo habitual. En algunas partes la diferencia será incluso mayor.