Medio siglo después de haber llegado a la luna, el objetivo de las misiones tripuladas al espacio vuelve a ser este satélite. El año 2024 está en el horizonte de la NASA para pisarla de nuevo. Esta vez con la que será la primera mujer en el satélite terrestre. Esta misión será posible gracias a una coalición entre países en la que lejos ya de la carrera con la Unión Soviética, no faltaría Rusia entre otro países. Con el sector privado como parte complementaria y vital y con la tecnología de Amazon y Tesla.
El centro de operaciones es el paso intermedio, al piedra angular que sustituiría a la estación espacial internacional y que ya comienza a ser una realidad gracias a China para explotar los recursos lunares de forma sostenible. Un centro que se localizaría fuera de la tierra y que sería mucho menos costoso y en la que se llevarían a cabo misiones centradas en la ciencia y en la búsqueda de vida en el planeta rojo.