Meterse en el agua con seguridad y evitando cualquier riesgo es fundamental para evitar que se produzcan ahogamientos. En algunas playas el servicio de socorrismo ya está en marcha, pero no hay que bajar la guardia sobre todo con los más pequeños en la playa, y especialmente en las piscinas.
Existen talleres en los que niños y bebés aprenden a familiarizarse con el entorno acuático y descubren las primeras claves para desenvolverse en el agua. En caso de encontrarse ante una situación crítica es prioritario mantener la calma y conocer ciertas maniobras de salvamento.
Ante todo, no hay que olvidar que el agua es uno de los grandes aliados de esta época, dejando siempre hueco para que la precaución y la vigilancia también se apunten al baño.