Esta mañana la Guardia Civil detenía al José Antonio Marín Ponce, el dueño de la empresa sevillana Magrudis. La operación se ha realizado en su propia casa donde también han salido sus hijos escoltados por varios agentes. El escándalo de la carne mechada contaminada se ha convertido en una de las peores crisis sanitarias que ha sufrido el país: con más de 200 afectados, siete abortos y tres fallecidos.
Los acusados sabían que la carne mechada estaba contaminada desde el mes de febrero. Los hijos del dueño han asistido a los registros en esa fábrica durante toda la mañana, allí los agentes han trabajado durante dos horas con el objetivo de recobrar información para conocer que falló exactamente y quien es el responsable del brote de listeriosis.
Una crisis sanitaria que ha dejado tres muertos y siete abortos. Desde que se decretó la alerta, ha habido más de doscientos afectados que tendrán que ser indemnizados. Ahora mismo quedan hospitalizadas doce personas, nueve de ellas en Sevilla.
Luis Miguel, su mujer y su bebé recién nacido son tres de los 216 afectados que hasta ahora ha llegado a producir este brote. Comieron carne mechada contaminada el 7 agosto con su mujer embarazada de 38 semanas.
Los primeros cuatro días pasaron los síntomas en casa, pero al decretarse la alerta fueron al hospital. Ellos pasaron 20 días ingresados, mientras que su hija estuvo 11 días nada más nacer. “Nos ha supuesto un daño tanto emocional como físico”, explicaba Luis Miguel.
Un calvario que se podrían haber ahorrado si la carne se hubiera inmovilizado en febrero, el momento del positivo que oculto Magrudis. Su bebé nació libre de listeria, pero otras siete mujeres han perdido a sus hijos por culpa de esta bacteria. Además, hay 3 personas fallecidas.
El brote está en remisión aunque la alerta sanitaria no se levantará al menos hasta finales de octubre. No se descarta que pueda aparecer algún caso más porque el periodo de incubación de la bacteria es largo.