La liposucción, también conocida como lipoescultura, es una técnica quirúrgica empleada para eliminar depósitos de grasa en diferentes zonas del cuerpo. Suele aplicarse mayoritariamente en el abdomen, pero también en la cara interna de los muslos, las caderas, la cara interna de las rodillas, las pantorrillas, los tobillos, las llamadas popularmente “cartucheras”, los brazos y la papada.
La Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética (SECPRE) es consciente de que, visualmente, la liposucción parece sencilla, pues esa es la impresión que da una cánula -es decir, un tubo-, extrayendo grasa, pero se trata de una intervención quirúrgica y como tal deben entenderla los pacientes y practicarla los profesionales sanitarios, informando de ello a los primeros.
En España se realizan unas 12.000 liposucciones al año. Es la segunda intervención de Cirugía Estética más demandada por las mujeres -superada sólo por el aumento mamario- y la primera entre los hombres. Esta circunstancia, unida a la mencionada imagen de “operación sencilla”, hace de la liposucción la intervención de Cirugía Estética más afectada por dos fenómenos que conllevan riesgos para los pacientes.
El primero es la intrusión profesional, es decir, la realización de liposucciones por profesionales sin el título oficial y homologado de “Médico Especialista en Cirugía Plástica, Estética y Reparadora”, que, resultado de una formación de un mínimo de once años -seis de licenciatura en Medicina y otros cinco de residencia MIR especializada-, capacita para practicar intervenciones de Cirugía Estética; no existen otros títulos como pueda ser el de “cirujano estético” a secas.
El segundo fenómeno, vinculado al anterior, es la realización de liposucciones en centros sin las instalaciones (quirófanos) ni los equipos humanos y técnicos adecuados para que el preoperatorio -consistente en diversos análisis y exámenes médicos-, la intervención y el postoperatorio se desarrollen con las máximas garantías de seguridad y culminen en resultados de calidad.
Por todo ello, la SECPRE hace un llamamiento a los pacientes interesados en practicarse una liposucción para que comprueben que el profesional sanitario que se la realizará tiene el título de “Médico Especialista en Cirugía Plástica, Estética y Reparadora”, le pidan que les informe de todos los detalles de la intervención y se aseguren de que ésta tendrá lugar en un centro sanitario con el equipamiento humano y técnico adecuado.