El Gobierno ha activado la tramitación de la Ley de Educación, LOMLOE, durante el estado de alarma por el coronavirus. Desde distintas asociaciones de Educación Especial denuncia que la norma prevé el cierre de los colegios de educación, a los que asisten 37.000 niños. Desde la plataforma Educación Especial Sí, Inclusiva También piden a todos los partidos políticos que retiren la Disposición Adicional Cuarta que prevé que los niños con discapacidad pasen a centros ordinarios. “Los colegios de educación especial (CEE) hacen un traje a medida para cada alumno porque no hay un niño con discapacidad intelectual que sea igual que otro”, explica José María Escudero, que tiene un niño de 11 con autismo.
Este miércoles día seis termina el plazo para que los grupos parlamentarios presenten enmiendas a la ley de educación, LOMLOE. La polémica disposición adicional cuarta recoge que “en el plazo de 10 años los centros ordinarios cuenten con los recursos necesarios para atender en las mejores condiciones a los alumnos con discapacidad. (…) Los centros de educación especial, además de escolarizar a los alumnos que requieran una atención muy especializada, desempeñarán la función de centros de referencia y apoyo a los centros ordinarios”.
Para la Asociación Nacional de Centros de Educación Especial (ANCEE) esto supone “eliminar los Centros de Educación Especial”. La misma denuncia hace la plataforma Educación Especial Sí, Inclusiva También, que señalan que la Memoria económica que acompaña la ley recoge que “no se prevé un incremento de gasto”.
En España hay 218.000 alumnos, 37.000 de ellos escolarizados en uno de los 476 centros de educación especial que hay en funcionamientos y que según José María Escudero, presidente de ‘Educación Especial Sí, Inclusiva También’ son un “referente a nivel mundial; vienen de otros países como EEUU o Rusia a conocer estos colegios”.
En estos centros son muy pocos alumnos, “cuatro o seis por aula donde todo se personaliza, se hace un traje a medida para cada alumno porque no hay un niño igual que otro”, dice Escudero que tiene un hijo de 11 años con autismo. En estos centros no solo se trabaja la parte curricular como en un colegio ordinario, también se aborda la autonomía, la autoestima, el equilibrio emocional y ambiental, fundamental para un pequeño con discapacidad, señala.
Por eso, desde esta plataforma hacen tres peticiones a todos los partidos con representación parlamentaria: Un acuerdo para eliminar la disposición adicional cuarta (DA4), un plan de viabilidad económica y que se dote de recursos económicos a los colegios ordinarios.
Para Escudero la 'ley Celaá' terminará con todos los niños con discapacidad en centros ordinarios, ya sin apenas recursos económicos y profesionales para atender a estos alumnos, y convirtiendo los CEE en centros de formación. Actualmente, el 83% de los alumnos de educación especial ya van a centros ordinarios.
Pilu Hernández Dopico, maestra de educación especial, asegura que los centros de educación especial son grandes desconocidos. “Las familias cuando reciben la noticia de que su hijo va a ser escolarizado en un CEE, no están de acuerdo, pero al cabo del tiempo todos piensan que deberían haber tomado la decisión antes”, señala.
Hernández Dopico enumera por qué “no deben desaparecer los CEE”:
- Porque en los centros ordinarios no existe la inclusión.
- Porque en los centros ordinarios no desarrollan su autonomía personal, estando excesivamente protegidos.
- Porque el grado de exigencia en estos centros es menor.
- Porque existen diferentes intereses.
- Porque se relacionan con sus iguales.
- Porque en estos centros tienen el trato y la atención que necesitan para ser felices.
El Ministerio de Educación niega el cierre de los CEE y asegura su apoyo "al alumnado con necesidades especiales, sea cual sea el tipo de centro en el que sean escolarizados".
El departamento que dirige la ministra Isabel Celaá señala que la norma afirma que "las administraciones educativas continuarán prestando el apoyo necesario a los centros de educación especial para que estos, además de escolarizar a los alumnos y alumnas que requieran una atención muy especializada, desempeñen la función de centros de referencia y apoyo para los centros ordinarios".
"Por lo tanto, es absolutamente falso que el Gobierno vaya a cerrar los centros de educación especial", subrayan desde Educación, que se compromete a trabajar para que los alumnos con necesidades especiales que se escolarizan en centros ordinarios puedan tener la mejor atención. “Lo contrario –señalan- supondría una grave discriminación, al negarles los derechos recogidos en la Convención Internacional de Personas con Discapacidad".
A pesar de estas explicaciones, Twitter se ha convertido estos días en el altavoz de estos niños y sus familias.
Bajo el hashtag #EducacionEspecial o #NoCierresMiCole muchos hacen llegar sus mensajes y deseos para que estos centros no cierren.
Es el caso de Rafa, que explica que aunque es su colegio de antes estaba muy bien eran muchos niños y en el de ahora, que se llama Madre Esperanza, está mucho mejor gracias a su profesora y a que son muchos menos niños en clase, solo cinco.