La reforma de la ley del aborto que plantea el Ministerio de Igualdad recoge que todos los hospitales públicos, con servicio de ginecología y obstetricia, deban contar con profesionales que puedan practicar un aborto. También elimina la obligación del periodo obligatorio de reflexión de la mujer, de tres días.
Lo ha anunciado la ministra de Igualdad, Irene Montero, durante su comparecencia en la comisión correspondiente del Congreso. Durante la misma ha indicado que será la mujer quien decida el método de interrupción del embarazo. En esta línea ha asegurado que en el centro de salud darán toda la información necesaria para tomar la decisión.
"Podrá ser derivada a un centro hospitalario para acceder a este derecho, por un procedimiento de urgencia, eliminando también los tres días de reflexión obligatoria que existen a día de hoy. Toda mujer que decida abortar deberá poder hacerlo sin ningún tipo de obstáculo ni perjuicio", ha insistido.
Asimismo, las chicas de 16 y 17 años que se queden embarazadas podrán decidir si abortan. No tendrán la necesidad de contar con el consentimiento paterno como recoge la norma actual.
La reforma, según la ministra, apuesta por avanzar en el reconocimiento de un permiso maternal preparto, prevenir y erradicar "la violencia ginecobstétrica". Igualmente persigue garantizar la salud menstrual y ofrecer educación sexual en todos lo niveles educativos: "Lo necesita la infancia y la adolescencia".
Montero también ha incidido en que "la salud menstrual" será importante a la hora de valorar el acceso a la salud de las mujeres. Por este motivo, ha aseverado que el Gobierno abordará la problemática de que algunos productos de primera necesidad "sigan siendo enormemente costosos". De la misma manera ha subrayado que trataran el hecho de que las mujeres siempre sean las responsables de los métodos anticonceptivos.
La titular de Igualdad ha criticado la postura de la "derecha reaccionaria" ante el aborto. Según sus palabras, su negación "demuestra su machismo", así como "su voluntad de que la mujer no sea libre". También ha alertado del “enorme riesgo” para la "democracia" que supone "escuchar al PP proponer la derogación de la Ley del aborto de 2010 y la vuelta de la ley del 85".
"El machismo y sus defensores siempre han impuesto cómo debe ser el cuerpo de una mujer para ser aceptada socialmente, a qué estereotipos definidos debe responder, a qué manera de vivir la maternidad debe adecuarse o qué relación con su sexualidad es admitida por la sociedad", ha finalizado Montero.