Ann Hope sufría episodios de fatiga extrema, dolor muscular y disnea. En marzo de 2016, los médicos de Billingham (Reino Unido) que la trataron aseguraron que padecía una simple gripe. Pero el empeoramiento de su salud y un análisis de sangre les llevó a descubrir que la enfermedad que le debilitaba a marchas forzadas era una leucemia mieloide aguda cuyo avanzado estado apenas le deja un margen de 48 horas de vida. Tras someterse de forma urgente a un agresivo tratamiento con quimioterapia, Anne no solo logró esquivar la muerte sino que quedó embarazada a pesar de que los médicos le aseguraron que ya no podría tener más hijos.
La lucha de Ann, de 39 años, contra esta enfermedad mortal duró un año. Un periodo en el que los efectos de la agresiva quimioterapia la dejaron sin cabello y recluida en casa. Pero su fuerza y determinación lograron vencer al cáncer y mirar a la vida con una nueva perspectiva.
Fruto de esta nueva Ann fue su boda en agosto de 2017 con su prometido Matty, del que se quedó embarazada tras 15 meses de matrimonio. Y así fue como vino al mundo, Eden, una bebé ''milagro' porque los médicos le aseguraron que tras la quimioterapia no volvería a tener más hijos ya que el tratamiento reduce al mínimo los óvulos almacenados en sus ovarios, según informa Daily Mail.