Laura Luelmo era “amable, dispuesta y cordial”, nos aseguran en la facultad de Bellas Artes de la Universidad de Salamanca donde todos recuerdan a la joven profesora zamorana. La Universidad ha convocado un minuto de silencio en todas las facultades especialmente en esta en la que cuando preguntas por ella a los empleados todos la tienen en su memoria.
La profesora acabó su carrera de Bellas Artes en 2014. Después hizo un master en Valencia y estuvo en México viviendo una temporada.
Laura tenía claro que quería ser profesora. Así que este verano se presentó a las oposiciones que convocó la Junta de Andalucía. Había muchas plazas y sabía que era su oportunidad. Logró entrar en la lista de espera como interina y la llamaron para incorporarse al instituto Vázquez Díaz de Nerva, en Huelva. Eso hizo el cuatro de diciembre. Sabía que si no lo hacía saldría automáticamente de la lista y que trabajando suma puntos para que la volvieran a llamar.
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Fue una compañera de trabajo, otra empleada del instituto onubense, quien le alquiló la casa de El Campillo, una localidad a ocho kilómetros de Nerva. El segundo día que Laura no fue a trabajar, esta compañera la llamó insistentemente. No lo cogió. En ese momento supieron que algo malo pasada.
Ayer el cuerpo de Laura Luelmo fue encontrado en unza zona aislada, semidesnudo y tapado con unas ramas. Hoy le están practicando la autopsia en el anatómico forense, fundamental para saber qué le hicieron y quién sabe si dar con el asesino.