Un dron grababa las imágenes del lugar exacto donde fue hallado el cuerpo de Laura.
Se halló en una zanja de difícil acceso, donde el asesino colocó el cadáver bocabajo y semidesnudo, con las manos atadas por la espalda. Laura estaba golpeada brutalmente.
El voluntario que lo encontró primero se tropezó con el vaquero y la ropa interior de Laura, a 200 metros hacia el camino. Los investigadores creen que la ropa se quedó en ese lugar cuando el asesino arrastraba el cadáver para esconderlo entre la maleza y las ramas.
Faltan las zapatillas, las llaves el teléfono de la joven y el monedero. También desbrozan los alrededores en busca de cualquier resto de ropa del asesino. Los especialistas aseguran que podrían encontrar muchas evidencias biológicas. También huellas de pisadas y de las ruedas del vehículo del detenido.
Los investigadores están casi seguros de que Laura no murió en ese lugar. Y todavía buscan la escena del crimen.
La autopsia en el tanatorio de Huelva donde hemos visto a la familia de Laura también aportará datos de su agresor si pudo defenderse o no cuando fue raptada.
Laura pudo estar raptada dos días, según la autopsia La triangulación de los teléfonos del detenido y de Laura será fundamental para saber dónde la cogió, si ella llegó a salir de la vivienda o no tuvo tiempo y donde se la llevó. El vehículo de Bernardo Montoya también está siendo inspeccionado.