Hoy va a continuar el juicio por el llamado ‘crimen de los tirantes’ en Zaragoza. El jurado tendrá que decidir si en la muerte de un hombre, tras una paliza, hubo un componente ideológico porque llevaba unos tirantes con la bandera de España. En la primera sesión, el acusado, que ha transformado su imagen para el proceso, ha dicho que le mató por miedo. Sin embargo, ya estuvo en prisión por dejar tetrapléjico a un policía de una pedrada.
Rodrigo Lanza, el acusado del ‘crimen de los tirantes’ ha asegurado que mató a Víctor, de 54 años, por pánico y porque había bebido. “Pensaba que me iba a matar”, ha dicho en la sala. Los amigos de Lanza han asegurado hoy que Víctor llevaba un cuchillo, sin embargo, el resto de los testigos no vieron ningún arma, además no se ha encontrado la navaja en cuestión.
Sin embargo, los testigos aseguran que Rodrigo Lanza atacó a su víctima por la espalda por llevar unos tirantes con la bandera de España, que le llamó facha y le golpeó de forma brutal en la cabeza. Por eso las acusaciones hablan de delito de odio y piden 25 años de cárcel por asesinato.
El dueño del bar ha escenificado hoy como se produjo la agresión, con ayuda del letrado de Lanza, que pretendía demostrar que el golpe, y por lo tanto la muerte, fue accidental. Además de que el golpe fue contra el suelo y no contra un objeto condundente.
Rodrigo Lanza ha roto a llorar en varias ocasiones. No pensaba que Víctor pudiera morir y se ha disculpado. Así, con camisa y americana y muy repeinado ha cambiado el acusado su imagen de antisistema violento. Está irreconocible.
Sin embargo, pocos olvidan que fue condenado a cinco años por dejar tetrapléjico y sin habla de una pedrada a un policía durante el desalojo de un edificio en Barcelona. A ese juicio también fue con el pelo corto y con la camisa rosa. Durante la próxima jornada, que se desarrollará mañana y será la tercera del juicio, declararán testigos, policías y médicos forenses.