El conductor acusado de haber causado la muerte de un joven de 20 años en el año 2019 cuando conducía en dirección contraria por la M-50 de Madrid circulaba en el momento del siniestro a 146 kilómetros por hora y tras un “suave frenado” segundos antes, pisó el acelerador, según han explicado en el juicio los peritos.
La Audiencia Provincial de Madrid ha continuado este jueves el juicio con jurado a Kevin C., acusado de acabar con la vida de Víctor López al chocar con su vehículo cuando circulaba por la M-50 en dirección contraria, de forma temeraria y triplicando la tasa de alcohol permitida, según defiende la Fiscalía.
Tanto la Fiscalía como la acusación particular ejercida por la familia de la víctima piden para el procesado 15 años de cárcel por los delitos de homicidio doloso, conducción temeraria con manifiesto desprecio por la vida y contra la seguridad vial.
La defensa solicita como máximo cuatro años de prisión por un delito de homicidio imprudente.
Los tres guardias civiles que han comparecido como peritos han determinado que el vehículo en el que viajaba el procesado iba a una velocidad aproximada de 146 kilómetros por hora en el momento en el que colisionó con el de la víctima, produciéndose segundos antes un “suave frenado” seguido de un aumento del 22 por ciento de la velocidad.
Estos agentes han corroborado que el acusado iba a esta velocidad en dirección contraria y han desvelado que durante la reconstrucción del accidente pudieron ver algunos dispositivos en el vehículo del acusado "que hacían pensar que tenía modificaciones en la centralita del motor".
Según han explicado ante el jurado, durante un examen ocular del vehículo pudieron apreciar algunos elementos externos como el tubo de escape o algunos conectores que “daban a entender que sí que había sido modificado” pero que, sin embargo, no pudieron comprobarlo debido a la falta de datos que extrajeron de la “caja negra” del "airbag".
En esta sesión también han declarado los profesionales sanitarios que atendieron al acusado en su ingreso hospitalario y que han confirmado que se le realizó un test de Glasgow a su llegada, en el que obtuvo la mayor puntuación, 15 sobre 15, por lo que se encontraba “consciente”.
Por otra parte, los médicos forenses han certificado que la muerte de Víctor López se produjo en el momento del choque, debido a “las lesiones incompatibles con la vida” que presentaba en diferentes partes de su cuerpo por las que se desangró.
Uno de los trabajadores sociales del centro penitenciario donde Kevin C. cumple condena preventiva ha calificado su conducta como “correcta y participativa” y ha adelantado que lo valorarán “positivamente”.
El juicio continúa mañana viernes con la declaración de más peritos.