Victor solo tenía 20 años estudiaba, quería ser policía, pero para pagarse sus gastos decidió buscarse un trabajo de fin de semana. Era su tercer día en un centro comercial a 15 minutos en coche de su casa. Y entonces la tragedia. Evitable. No llegó a casa porque se cruzó con este otro joven, borracho.... que dio la vuelta en mitad de la carretera. Hay testigos.
El kamikaze se ha negado a declarar y ha quedado en libertad a la espera de juicio. La familia está destrozada y no es para menos. Su único consuelo es que sea castigado con la mayor pena posible. El kilómetro 25 de la m-50 fue el fin de la vida del joven porque un conductor que circulaba en sentido contrario y triplicaba la tasa de alcoholemia lo quiso así. Este sí que sobrevivió al accidente. La tragedia para la madre se une a la muerte de su otro hijo hace tan solo un año. "Es terrible, es un asesinato". La familia no tiene consuelo, y no es para menos.