Luis Avial es experto en georradar y ha colaborado con las autoridades en diversos casos de notable repercusión mediática como el de la búsqueda de Marta del Castillo. Ha trabajado en pozos, aunque más anchos que el de Totalán, Málaga, –de 25 centímetros de diámetro y 107 metros de profundidad–, donde los efectivos implicados en el rescate de Julen trabajan a destajo esperando encontrarle ahí, bajo un tapón de tierra cuyo origen encierra numerosas incógnitas.
Descartadas diversas alternativas –como excavar a cielo abierto o intentar romper el tapón de tierra–, por el elevado riesgo de desprendimientos y derrumbes que suponen, y abandonada también por la misma razón la opción de abordar un túnel oblicuo destinado a crear una galería horizontal para llegar hasta debajo del tapón de tierra, ahora todos los esfuerzos están puestos en acometer dos túneles verticales en paralelo al pozo.
Múltiples equipos de la Guardia Civil, bomberos, administraciones colaboradoras, empresas privadas, técnicos, ingenieros y especialistas en geología, minería y montaña, además de expertos en exploración y limpieza de tuberías y pozos están involucrados, todos al unísono, en las labores de rescate. Absolutamente todos saben que es una lucha incansable y contra reloj, pero igualmente son conscientes de que la prioridad es salvaguardar la seguridad evitando derrumbes y desprendimientos.
“Es más difícil de lo que la gente cree”, subraya Luis Avial, recalcando que “se está haciendo muy bien” el trabajo”. “Están dejándose la piel”, subraya, reforzando con sus palabras lo que vemos en imágenes: efectivos trabajando hora tras hora, día y noche y de forma incansable, para llegar hasta el objetivo.
La dificultad dada por el irregular terreno y las circunstancias que rodean al caso, ralentizan irremediablemente la operación. Hay que “intentar llegar con garantías de seguridad también para los que entren”, precisa Avial, dando cuenta de la complejidad técnica que encierra el entorno.
Para operar en el lugar en ocasiones se requiere una precisión casi quirúrgica. Un fallo de cálculo, un error en el último momento puede comprometer seriamente todo el trabajo que se ha dedicado y se está dedicando a la operación.
Según el plan estipulado hasta el momento, para el cual se estima aún, tras cuatro días de búsqueda, hasta dos días más, en el momento clave, –el último tramo de la excavación con el que se espera llegar hasta debajo del tapón de tierra del pozo–, entrará en acción la Brigada de Salvamento Minero de Asturias.
Expertos en el trabajo bajo tierra en espacios angostos donde la movilidad es casi nula y el ambiente torna en casi irrespirable, son el equipo de rescate en profundidad más experto. Con más de 100 años de experiencia en las condiciones más adversas, serán ellos los encargados de completar de forma manual los últimos metros del tramo.
Formado por picadores, barrenistas y mineros altamente cualificados, cuentan también con una extraordinaria condición física. Además, en la retaguardia, la brigada cuenta con un médico que, una vez llegado al objetivo, se encarga de prestar primeros auxilios en profundidad.
Con todo, la espera de noticias sobre Julen es agónica. Totalán, como el resto de localidades en España, así como en numerosos medios internacionales que han centrado su atención en el caso llevándolo a la portada de sus rotativos, aguarda impaciente noticias sobre el pequeño de dos años desde que desapareciese el pasado domingo.
Desde las redes sociales, las muestras de apoyo y cariño hacia la familia se multiplican deseando, sin abandonar la esperanza, que todo tenga un final feliz a pesar de que el tiempo corre… y aún persisten las incógnitas.