Los investigadores han explicado que Julen saltó al pozo y que es por ello por lo que el niño cayó de pie. Esto lo han podido deducir al ver la posición de sus brazos y piernas.
"La caída llegó a los 71 metros y se topó con un suelo de arena". A falta de la autopsia definitiva la caída pudo causarle la muerte inmediata, tal y como ha dicho el propio ministro del Interior: "71 metros un menor yo creo que es una precipitación importante".
Las causas de la caída aún se están investigando. Podría tratarse de un homicidio imprudente, debido a que el pozo no se encontraba sellado. El dueño de la finca familiar de Julen y el pocero se echan la culpa.
Por su parte, el ministro ha decidido no usar la palabra accidente por una cuestión jurídica, esto es, aún no quiere calificar los hechos.