El enfermero del Hospital 12 de Octubre que recibió el pasado 15 de julio una brutal agresión en el Metro de Madrid ha constatado ante el juez que instruye el caso la pérdida total de la visión del ojo derecho al afectarle el impacto a la órbita y al seno nasal, lo que podría modificar la calificación jurídica por la que se investiga al joven agresor.
"Me rompió la cara y me reventó el ojo con algo, pero no fue ni con un móvil ni con un puñetazo", ha señalado el afectado a las puertas de los juzgados de Plaza de Castilla, donde ha acudido testificar junto a sus dos abogados. También han declarado ante el juez de Instrucción número 46 de Madrid varios testigos de los hechos.
El sanitario asegura sentirse "bien" física y anímicamente tras dos meses de los hechos a pesar de haber sufrido un daño irreparable. "No veo y tengo la cara rota. He perdido la visión total de un ojo", se ha lamentado.
Ante el juez ha relatado lo que vivió tras recriminar al joven investigado por la agresión que se pusiera la mascarilla cuando estaban en el vagón del metro, a la altura de la estación Alto del Arenal.
"Me sacudió y me defendí pero cuando me despisté, me dio con algo en la cara que no sé qué es", ha reseñado. Sospecha que pudo ser un puño americano por la gravedad de las lesiones. Meses después ya sabe por los medios y la propia causa que su agresor es "un pieza".
Su abogado ha explicado a Europa Press que los hechos se investigan por lesiones del artículo 149, que conlleva una pena de hasta doce años de cárcel.
"Queremos saber con qué objeto punzante le agredió porque la calificación sería más gravosa. Tuvo la intención de matar. De hecho, al irse le dijo de forma textual; Presos te mueras. No sabemos aún su versión pero las imágenes de los hechos hablan por sí mismas", ha subrayado el letrado.
Si se determina que la agresión se produjo con un puño americano, como sospecha el abogado de la acusación particular, la calificación jurídica podría variar a intento de homicidio, penado con hasta quince años de prisión.
El abogado ha apuntado que su cliente está "bien" dentro de sus circunstancias teniendo en cuenta que ha sufrido la pérdida de la visión de un ojo, algo que afronta "con la entereza de un enfermero convertido en héroe".
Al agresor, un joven colombiano de 19 años que cumple prisión provisional desde entonces, se le investiga por la supuesta comisión de un delito de lesiones agravadas. El pasado 21 de julio, el instructor ordenó su ingreso en prisión. La calificación jurídica puede variar en función del alcance de las lesiones en un ojo.
El joven de 19 años fue detenido en un domicilio de Villaverde cuando se dirigía a su casa a recoger enseres personales con el objetivo probable, según la Policía Nacional, de ocultarse en otro lugar.
Para intentar eludir su arresto, el presunto agresor se había cambiado el color de pelo e incluso ocultaba los aros de las orejas para evitar ser reconocido.