Nadia vive con su tía materna en Baleares desde que en 2016 un juez le quitó la custodia a sus padres. La Justicia consideró "que no puede descartarse la consideración de víctima de la menor, cuando menos a través de su utilización como medio o instrumento para la ilícita obtención de importantes recursos económicos por parte de los progenitores".
Así, hoy estaba previsto que declarará la tía de la niña pero los testimonios de los testigos están siendo muy largos y puede que esta declaración se aplace.
En la sesión de ayer varios médicos explicaron que Nadia si tiene una enfermedad rara que no tiene cura pero tampoco supone un "riesgo inminente" de muerte. Una médico forense del Instituto de Medicina Legal de Lleida dijo que actualmente "hay personas con la misma enfermedad que todavía viven con 30 años". En relación con las supuestas punciones que Nadia recibió en la nuca para llevar a cabo un tratamiento experimental sobre mutaciones genéticas, la médico ha informado de que este tipo de prácticas en la actualidad se pueden llegar a realizar a modo "experimental".
Otro médico, un dermatólogo del Hospital Clínic de Barcelona dijo que conoce casos de personas con la enfermedad de Nadia que superan los cuarenta años y que hasta donde él sabe "no hay un remedio curativo".
El testimonio de una vecina
Ayer también presentó testimonio una vecina de Fígols (Lleida) que cuidó a Nadia cuando detuvieron a sus padres. Ha explicado que al principio los padres tenían buenos coches y la invitaban a menudo a restaurantes. Con el tiempo empezaron a contar que necesitaban dinero para tratar a la niña y que el padre tenía cáncer. "Son unos pedazos de estafadores", soltó la mujer en el juicio.