'Juanín', acusado de matar a dos excuñadas en Aranjuez, alega que lo hizo porque temió por su vida
El fiscal pide 64 años para Juan Mendoza Jiménez, más conocido como 'Juanín' por dos delitos de asesinato
Juan Mendoza Jiménez ha contado su versión sobre el doble crimen cometido en venganza hacia a su mujer por romper la relación e irse con otro hombre
La exsuegra de 'Juanín' que resultó herida ha sostenido que había una buena relación con la familia
El acusado por el doble crimen de Aranjuez ha reconocido este miércoles ser el autor de los disparos que acabaron con la vida de dos de sus cuñadas y dejó herida de gravedad a su suegra en junio de 2019 aunque ha negado tener un plan previo y ha alegado que actuó movido por "miedo" a perder su propia vida ante las amenazas de su familia política.
El juicio contra Juan Mendoza Jiménez, conocido como Juanín, arrancó este martes en la Audiencia Provincial de Madrid con la selección del Jurado Popular y este miércoles ha sido el turno para escuchar su versión sobre el doble crimen cometido en venganza hacia a su mujer por romper la relación e irse con otro hombre.
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Entre otras cuestiones, una vez que todas las partes han admitido el relato de los hechos y la responsabilidad en ellos del procesado, la jornada se ha centrado en dirimir si constituyen un delito de asesinato, como sostienen tanto la Fiscalía como las acusaciones particulares, o si se trata de un doble homicidio, tal y como argumenta la defensa del acusado, que rechaza que actuara con alevosía.
Durante su declaración, en la que solo ha aceptado responder a las preguntas del fiscal y de su defensa, Juan Mendoza ha alegado que respondió a una situación en la que temió por su vida, con su exsuegro blandiendo una "navaja abierta" y uno de sus cuñados que llegó a efectuar dos disparos al aire con un revólver del 22.
Según su relato, sufría hostigamiento y era insultado todos los días por parte de su familia política con el objetivo de que se marchase de la zona, donde residía en casa de sus padres, una vivienda ubicada justo en frente de la que ocupaba la familia de las víctimas.
Primero, disparos de advertencia
En cualquier caso, ha admitido haber realizado tres disparos durante esa noche, habiendo recargado varias veces la escopeta de caza. En concreto, según ha dicho, fue un primer disparo de advertencia, seguido de otros dos que acabaron con la vida de una de sus cuñadas y dejaron herida de gravedad a su suegra, aunque ha indicado no recordar nada sobre cómo falleció la otra de las mujeres y ha indicado que apuntó a su cuñado.
Todo ello, después de que su exsuegro le amenazara con una navaja abierta y uno de sus cuñados aporreara la puerta de su vivienda al grito de 'si no te mato hoy te mataré mañana'. Además, según ha explicado, éste realizó dos disparos al aire con un revólver del calibre 22.
En este sentido, ha explicado que alertó a la Policía "por miedo" al pensar que iban a matarle y avisó inmediatamente a sus familiares para que huyeran por temor a represalias. "Se fueron con lo puesto", ha explicado para ilustrar el temor a que "los mataran". "Si lo llego a saber y fuera premeditado lo primero que hago es avisar a mi padre. Si no, los matan, son 300", ha añadido.
Entre otras cuestiones, el procesado ha ratificado que compró a un vecino el arma con la que llevo a cabo su plan, frente a la versión de la defensa de una de las acusadas que apuntó que fue uno de sus hermanos el que le facilitó el arma, así como abundantes cartuchos de postas. Todo ello a pesar de que no tenía licencia de armas.
En cualquier caso, ha admitido estar arrepentido por lo sucedido. "No quería matarlas a ellas que me he criado con ellas. Ha sido como una hermana para mí. Nunca les he querido hacer daño", ha recalcado.
Además, ha subrayado que el día de los hechos había consumido seis botes de cerveza y un poquito de whisky que quedaba de Navidad, además de haberse fumado un gramo de caballo.
La familia niega el relato
Un relato que no ha ratificado su exsuegra, Consuelo, que resultó herida de gravedad a causa de uno de los disparos, y que ha sostenido que el procesado mantenía una buena relación con la familia y ha apuntado que nadie amenazó previamente a Juanín.
Según ha contado, momentos antes de los disparos el procesado estuvo fumando un cigarro con su cuñado porque guardaban una buena relación y en un momento dado Juanín se subió a su casa y desde la terraza les miró "con malos ojos". Acto seguido, ha dicho, realizó un disparo al aire "sin mediar palabra" que dejó a toda su familia sorprendida.
Así, ha negado que su hijo portara un revólver --"nunca ha tenido pistolas"-- y que su marido amenazara a Juan Mendoza con una navaja. En la misma línea se han pronunciado varios miembros más de la familia que han declarado como testigos, entre ellos Baldomero, el padre, y varias de las hermanas y hermanos, entre ellos el que supuestamente le amenazó con el revólver.
"Fue un infierno, con todos mis nietos chillando", ha explicado Consuelo, que ha indicado que no sabían qué estaba pasando y ha negado que la familia hostigara o insultara al procesado tras la separación de su hija, con la que mantuvo una relación de 20 años y tenía cinco hijos en común.
En declaraciones a los medios antes de entrar en el juicio, ha subrayado que la familia no se cree el arrepentimiento de Juanín, al que ha definido como una "hiena", y ha dicho esperar que se haga justicia. Con una muleta que visibiliza los daños sufridos en el tiroteo y acompañada de familiares directos, ha puesto el acento en el hecho de que el procesado acudiera ayer al juicio vestido de blanco, color con gran simbolismo dentro de la etnia gitana, mientras las familias de estos "dos ángeles" van de negro.
El fiscal pide 64 años para el acusado por dos delitos de asesinato --25 años por cada uno--, un intento de asesinato, por el que reclama trece años de prisión, y otro de tenencia ilícita de armas con la agravante de reincidencia, por el que pide un año de cárcel.
La acusación particular que representa a la mujer de 23 años fallecida solicita que se le condena a prisión permanente revisable y sentar jurisprudencia para que se compute la tentativa de asesinato como uno consumado, ya que el Código Penal exige tres asesinatos para aplicar la máxima pena privativa de libertad en España.
De forma subsidiaria reclama 76 años de prisión, una petición que también han solicitado las otras dos acusaciones particulares, la que defiende a la mujer de 35 años fallecida y la representa a la suegra del acusado.
Los abogados reclaman para 'Juanín' prisión permanente revisable
El 9 de junio de 2019, Juanín disparó desde la ventana de su casa a varios familiares de su mujer, matando a dos cuñadas, de 35 y 23 años, e hiriendo en una pierna a su exsuegra. Juan Mendoza planeó vengarse por una supuesta infidelidad "haciendo daño a las mujeres de su familia política".
El abogado de los familiares de la víctima más joven reclama que sea condenado a prisión permanente revisable, así como a quince años de cárcel por la tentativa se asesinato y a un año de cárcel por la tenencia ilícita de armas.
La acusación particular que representa a la familia de L.F.J. solicita que se le imponga la pena de 30 años de cárcel por cada uno de los asesinatos, así como la medida de libertad vigilada una vez que cumpla las penas. También reclama que se le condene a catorce años por el intento de asesinato de la suegra del acusado y un año de prisión por la tenencia ilícita de armas.
De igual modo, el abogado de la suegra de Juanín reclama 30 años de cárcel por el asesinato de sus hijas; quince años de prisión por su intento de asesinato; y uno por la tenencia ilícita de armas.