Había expectación para ver el rostro de El Chiche porque se había especulado que como otros acusados de asesinato podía cambiar de forma radical su aspecto. Al final no ha sido así y se ha mantenido una barba cuidada, algo más larga y el pelo rapado.
Algunos primeros indicios de canas pero poco más. Indumentaria casual y rostro cabizbajo durante las primeras horas del juicio donde la fiscalía ha desgranado cómo El Chicle acabó con la vida de Diana, desnudándola, llevándola a un local inhumano para satisfacer sus deseos sexuales como si fuera una cosa. No pudo defenderse la joven en ningún momento y estuvo a su merced. La mató para intentar tapar el delito de violación que ahora, una vez confesado el crimen es lo que él más teme.
El único acusado y autor confeso de la muerte llegaba al edificio judicial sobre las 9,00 horas, casi al mismo tiempo que el padre de Diana, en un furgón de la Guardia Civil procedente de la cárcel de Teixeiro (A Coruña), a donde fue trasladado para enfrentarse a este proceso.
Cinco hombres y cuatro mujeres serán los encargados de decidir sobre la culpabilidad de Enrique Abuín, que se enfrenta a la prisión permanente revisable por los delitos de asesinato, agresión sexual y detención ilegal.