Fernando y Margarita utilizaron como argumento la necesidad de intervenciones quirúrgicas en Estados Unidos de la niña, asegurando que esta se encontraba en peligro de muerte. Pero todo era falso. Una falsedad que les hizo recaudar 1.111.317 euros de los que solo destinaron a tratamientos médicos 2.707. ¿El resto? Se lo pueden imaginar.
Una historia, la de Nadia, que conmueve
Nadia Nerea sí que padece una enfermedad rara: la Tricotiodistrofia. Dicha enfermedad rara causa envejecimiento prematuro, retraso físico y mental, problemas de visión y de la piel. Esta era la única verdad de una historia, la que relataban sus padres gracias al altavoz de los medios de comunicación, que estaba plagada de dudas.
La verdad se destapó gracias a una denuncia, tras lo que un juez solicitó los informes médicos de la niña inmovilizando en ese momento, diciembre de 2016, las cuentas de la Asociación Nadia Nerea para la Tricotiodistrofia, que gestionan sus padres. En ese momento la palabra estafa empezaba a florecer.
Desde 2008, cuando los padres de Nadia empezaron a recurrir a la generosidad ciudadana, a través de los medios de comunicación, las colectas fueron aumentando paulatinamente. Dinero que supuestamente se utilizaba para financiar tratamientos genéticos en Houston, Estados Unidos, y que tras la investigación de algunos medios no existieron. La última petición pública para ayudar a Nadia, una sexta operación, dijeron sus padres, fue semanas antes de destaparse la verdad. Pero antes de saber que había más de mentira que de verdad, consiguieron recaudar 150.000 euros en cuatro días. Y como dicen, la avaricia rompe el saco, ya que esa recaudación supuso el detonante que inició la investigación.
Tras ello, y con la verdad en portadas, Fernando Blanco confesó a través de redes sociales que no llevó a su hija a ningún especialista, sino a curanderos y que devolvería el dinero robado "si se lo piden". Además, cuando se destapó ese posible fraude, también se supo que el padre de Nadia ya había sido condenado en 2000 por estafar 120.000 euros. En 2001 entró en prisión.
Incluso días después de esa revelación, Fernando confesó ante el juez que nunca había viajado ni a Houston ni a Afganistán para tratar a su hija. En esa misma declaración dijo que cargaba a la asociación benéfica los tratamientos en homeopatía que costaban “3.000 euros, 8.000 euros o 6.000 euros por cada consulta” y que cargaba las comidas en restaurantes de lujo porque "la niña estaba con él". En ese momento el hombre entró en prisión provisional. Por su parte, Margarita siempre ha alegado que hacía todo lo que le decía su marido, motivo por el cuál ella ha permanecido en libertad con cargos.
Fotos de carácter sexual
Cuando parecía que la historia no podía dar nada más nuevo, una revelación recrudeció todo: los Mossos encontraron fotos de "carácter sexual" de Nadia en un 'pendrive' del padre. El magistrado del caso indicó tras tener las imágenes en su poder que hay “constancia y evidencia de claros indicios en la comisión de delitos de provocación sexual y explotación sexual”.
Tras la aparición de esas imágenes, los padres de Nadia aseguraron encontrarse "escandalizados, ofendidos y molestos" por las informaciones difundidas sobre el hallazgo de esas fotografías. Así lo explicó el abogado Alberto Martín, que ejercía en ese momento la defensa del matrimonio formado por Fernando y Margarita.
"Nos hemos visto sorprendidos (por las fotos)", reconoció Martín en declaraciones a El Programa de Ana Rosa, quien aseguró haber tenido conocimiento de la noticia a través de los medios de comunicación. "No hemos visto ni los archivos ni las fotografías", indicó el letrado.
El siguiente capitulo de esta historia tuvo lugar el pasado 6 de marzo de 2017, cuando la Audiencia Provincial de Lleida desestimó el recurso contra la pérdida de la patria potestad de los padres de Nadia. Fue así porque el magistrado aseguró, en un auto de confirmación de medidas cautelares, que no se podía descartar la condición de víctima de la pequeña.
"A la vista del material aportado a la causa, no puede descartarse la consideración de víctima de la menor, cuando menos a través de su utilización como medio o instrumento para la ilícita obtención de importantes recursos económicos por parte de los progenitores", recogía el auto.
La Fiscalía pide seis años de prisión para los padres
Por todo ello, el 12 de diciembre de 2017 la Fiscalía, en su escrito de acusación, pidió seis años de cárcel para los padres de la niña Nadia por un presunto delito continuado de estafa a donantes que aportaron dinero para tratamientos de la menor.
El fiscal sostuvo que los acusados, "con ánimo de obtener un lucro patrimonial ilícito", cuando la niña tenía cinco años, en 2009, crearon la Asociación para la tricotiodistrofia en Baleares, con la excusa de recaudar fondos para el tratamiento de la enfermedad, siendo su verdadera intención destinar el dinero a su propio consumo y ocio.
El escrito del fiscal relató que cuando fueron arrestados, en noviembre de 2016, en las cuentas solo quedaban 300.000 euros y aseguró que en el estudio de las cuentas se pudo identificar a 5.574 donantes que efectuaron sus donaciones mediante transferencias bancarias. Además indicó que no se pudo identificar a 1.006 personas que hicieron ingresos en efectivo, ni a los centenares de personas que participaron en las recaudaciones mediante huchas o subastas de objetos donados por terceras personas.
"Quiero poder defenderme de todos estos ataques contra mi persona y mi familia"
Y a tan sólo unos días de que comience el juicio, Fernando Blanco envió una carta a 'El Programa de Ana Rosa' desde la cárcel. En ella, criticó a los medios, denunciado amenazas de muerte e insistió en su inocencia: “Llevo 654 días secuestrado sin mi hija”.
"Secuestrado", así ha descrito Fernando Blanco el año, nueve meses y 22 días que llevaba en prisión preventiva, en el momento en el que escribió la misiva, en el Centro Penitenciario de Ponent (Lleida), tras ser acusado de estafa: “Llevo 654 días secuestrado sin mi hija”. Blanco insistió en que no es culpable y expresó en la carta sus deseos de defenderse "de todos estos ataques contra mi persona y mi familia y contra todas las mentiras”.
Y es que aunque Fernando ha intentado retrasar otra vez el juicio, ya lo consiguió en junio alegando que había cambiado de abogado, su tiempo se está acabando. Tanto él como Margarita se van se sientan desde hoy en el banquillo de los acusados.