Jesús M., acusado de intermediar en el asesinato con sicarios del concejal de IU de Llanes Javier Ardines, se ha desvinculado este miércoles del crimen y ha asegurado que su única relación con el presunto inductor, Pedro N.A., era que había trabajado en su empresa de electricidad y mantenía con él cierta amistad.
En la segunda sesión del juicio con jurado popular que se celebra en la Audiencia Provincial de Oviedo, el presunto intermediario, que al igual que los otros tres acusados afronta una petición de condena de 25 años de cárcel por parte de la Fiscalía, ha remarcado además que no conocía de nada a Javier Ardines y que no tuvo nada que ver con ninguna trama para acabar con su vida.
Jesús M., que solo ha respondido a las preguntas de su abogado defensor, ha admitido que, semanas antes del crimen, viajó junto a Pedro N.A. desde el País Vasco, donde ambos residían, hasta la parroquia llanisca de Belmonte de Pría, lugar de residencia de Ardines.
No obstante, ha explicado que el objeto del viaje era comprobar unos trabajos en el tejado de una vivienda de Pedro N.A., que este utilizaba para veranear, y para ello se trasladaron con una tercera persona que entendía de este tipo de reparaciones.
Preguntado por si conocía a Djilali B. acusado de la autoría material del crimen junto con Maamar K. a cambio de dinero, Jesús M. ha dicho que habían coincidido en alguna ocasión pescando y que sus conversaciones eran de tipo cotidiano como con cualquier otra persona.
Por el asesinato de Ardines, cometido el 16 de agosto de 2018 a escasos metros de su vivienda en Belmonte de Pría, están siendo juzgados Pedro N.A., acusado de ser el inductor del crimen por celos tras descubrir que su mujer y el concejal mantenían una relación; los argelinos Djilali B. y Maamar K., como presuntos sicarios, y Jesús M., señalado por los investigadores como el intermediario.
Las defensas de los cuatro acusados coincidieron ayer, durante la primera sesión, en alegar la falta de pruebas directas y objetivas en su contra, al sostener que no hay ni testificales, ni visionado de imágenes, ni biológicas de ADN que les identifique y les posicione en la parroquia de Belmonte de Pría el día del crimen, el 16 de agosto de 2018.
Según las acusaciones, Pedro N. A., tomó la decisión de ejecutar su plan meses después de descubrir que su mujer, prima segunda de la esposa de Ardines, le engañaba desde hace tiempo con el concejal, y para ello contactó con Jesús M. para que le buscase a personas que pudieran actuar como sicarios.
Ardines, que compatibilizaba su labor como concejal con su trabajo como patrón de barco, sufrió una emboscada a primera hora de la mañana del 16 de agosto de 2018 cuando se desplazaba desde su casa de Belmonte de Pría hacia el puerto de Llanes y, tras ser rociado con un espray de pimienta, fue golpeado en la cabeza con un palo o un bate de béisbol y estrangulado hasta la muerte.