Juana Escudero, que reside en Sevilla, comenzó a tener problemas desde 2010, tras el fallecimiento de su hermana en el mes de mayo. Desde esa fecha su pesadilla administrativa comenzó al constar como fallecida en todos los registros oficiales, según ha publicado El Diario de Sevilla.

Ahora un juzgado de Málaga ha declarado que la persona enterrada en el cementerio de Parcemasa San Gabriel de Málaga, ese nicho es la hermana de Juana, tras años de lucha en los que ha habido hasta la exhumación del cadáver de la hermana para extraerle el ADN y compararlo con la del hijo de la fallecida.

Los investigadores creen que pudo ocurrir una usurpación de identidad por parte de los familiares de su hermana fallecida, con la que no tenía ninguna relación. Estos habrían usado los datos de Juana Escudero para gestionar el entierro.