Jóvenes ajenos al toque de queda rematan la noche de juerga escalando para entrar a su colegio mayor de Granada
“A las diez nos cierran el colegio y hemos venido de juerga y nos han cerrado”
Regresaron al colegio mayor San Bartolomé y Santiago de Granada escalando y entrando por la ventana
La Universidad de Granada estudia sanciones contra ellos por su actitud irresponsable en plena pandemia
Entre controles policiales y todavía muchas dudas entre la población, Granada afrontaba el primer día con toque de queda y las primeras horas del confinamiento perimetral decretado tanto en la capital como en una treintena de municipios de alrededor debido a un repunte de casos que se ha desbordado.
Los agentes llevan meses persiguiendo irresponsabilidades, que dejan en la ciudad un rastro de contagios cada día más numeroso.
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“Parece que la gente joven no ha terminado de asumir la situación que hay tan grave”. “Como ellos piensan que no les va a tocar…” denuncian algunos ciudadanos, criticando los comportamientos insolidarios en un momento en que la pandemia de coronavirus vuelve de nuevo a estar en pleno auge.
Prueba de ello es la escena acontecida en el colegio mayor San Bartolomé y Santiago de Granada, donde los noctámbulos de la pandemia, jóvenes sin horarios y ajenos al toque de queda, decidieron trepar por una pared del edificio para regresar al centro después de haberse ido “de juerga”.
“A las diez nos cierran el colegio y hemos venido de juerga y nos han cerrado”, contaban ellos mismos cuando escalaban por la fachada para entrar por una ventana del colegio mayor.
Los hechos, inmortalizados en vídeo, han llevado a que la Universidad de Granada ya estudie medidas contra los involucrados en el suceso.
La incidencia, disparada por encima de 1.000 en la capital
Actitudes como esas no ayudan a frenar una transmisión descontrolada: Granada suma más de 1.000 contagios por 100.000 habitantes. Concretamente, la transmisión está en 1.140 en Granada ciudad, y preocupa también en la mitad de los municipios de la provincia, con medidas cada vez más restrictivas. La incidencia en la provincia de Granada está en 890 casos por 100.000 habitantes y la situación preocupa, sobre todo, a quienes ponen todo de su parte para tratar de invertir la tendencia: “Lo pagamos las personas mayores que queremos hacer las cosas bien”, lamenta una vecina.
Mientras, muchos jóvenes que asumen la situación con responsabilidad también denuncian: “Al final se nos está culpando a todos”. “Deberíamos ser un poco conscientes de lo que hacemos”.