Evita Delmundo, de 20 años, nació con grandes lunares en la cara y en el cuerpo, así como con una gran marca de nacimiento que se extiende a través de su cuello y hombros. Pero a pesar de años de bullying, incluso de gente que la llamaba "monstruo", Delmundo ha aprendido a encontrar la belleza en sus lunares y se negó a hacerse una cirugía para quitárselos.
Su cuenta de Instagram está repleta de selfies sonriendo y con sus lunares a plena vista. Aunque cuenta a The Independent que no ha sido nada fácil y lo que ahora se puede ver en su red social, es el resultado de años de trabajo en la autoaceptación.
"Definitivamente no fue fácil para mí. Me intimidaban en la escuela primaria y los niños me llamaban 'monstruo', que era realmente difícil de llevar cuando era una niña", le dijo a Elle Malasia.
"En la escuela primaria, nadie quería ser amigo mío. Básicamente, era una chica solitaria". A medida que creció, Delmundo ganó confianza pero también se volvió cada vez más consciente de sus lunares, algunos de los cuales tienen mechones de pelo que crecen de ellos.
Pero a pesar de soñar con eliminarlos, los médicos le advirtieron que el procedimiento podría poner en peligro la vida de la entonces joven de 16 años de edad, así que decidió que era hora de aceptar el cuerpo que le fue dado.
Ahora que trabaja a tiempo parcial en un café local, Delmundo ha dejado atrás los años de sentirse mal y tímida para ahora encontrar el potencial escondido entre sus lunares y está decidida a ganarse el título de Miss Universo.
Y es que, en un mundo en el que somos constantemente juzgados por nuestra apariencia, la joven belleza espera que su historia y actitud inspiren a otros a aceptar sus cuerpos tal como son.
"Ninguno de nosotros nace perfecto y todos tenemos nuestras propias fortalezas y debilidades. Así que no veas ninguno de tus defectos como una barrera para lograr lo que quieres", dijo. "Al final del día, todo el mundo tiene algo especial acerca de ellos, así que estate orgulloso de lo que te hace ser tú".