Una joven finlandesa falleció el pasado lunes en los calabozos de la comisaría de Fuengirola, Málaga, pero aún no se conoce la causa de su muerte. La chica, de 23 años, apareció inconsciente en el calabozo y los agentes de la policía que la custodiaban no pudieron hacer nada por reanimarla. Una semana después de su muerte se siguen sin conocer las causas de su fallecimiento porque dio positivo en covid y no se le ha podido realizar la autopsia.
Como indica el protocolo para realizar una autopsia, se le hicieron unos primeros análisis y se determinó que la joven tenía covid. Una semana después, el Juzgado de Instrucción número 3 de Fuengirola está investigando ahora los motivos de su muerte, pero no cuentan aún con el informe principal porque no se le ha podido realizar la autopsia.
La joven de 23 años apareció muerta en el calabozo de la comisaria de Fuengirola, sin que los agentes que la encontraron inconsciente pudieran hacer nada por reanimarla. La chica finlandesa estaba en el calabozo después de una discusión con la madre de su pareja, según publica ‘Diario Sur’, haber recibido un tratamiento en un centro médico y haber sido trasladada a la comisaría.
Los servicios médicos tampoco pudieron hacer nada por su vida y solo pudieron certificar su muerte. La joven fue trasladada al Instituto de Medicina Legal de Málaga para que se le hiciese la autopsia, pero fue ahí cuando al cumplir con los protocolos y detectarle covid, cuando se paró todo el procedimiento. Además, también se habría obtenido un primer análisis en el que habrían encontrado sustancias estupefacientes.
Al obtener el resultado de la PCR se comprobó que la joven tenía covid y no se le podía hacer la autopsia en el en el IML de Málaga. A falta de una segunda PCR para determinar de nuevo el resultado, como publica ‘Diario Sur’, se tomará una decisión cuando se sepa si sigue siendo positivo.
El juzgado de Fuengirola está al tanto de todo lo que ha sucedido y estaría barajando la posibilidad de que la joven finlandesa sea trasladada al Hospital Reina Sofía de Córdoba, donde sí tienen los medios necesarios para realizar una autopsia a una persona con covid. La realidad es que una semana después de su muerte en los calabozos de Fuengirola, se siguen sin conocer las causas exactas de la muerte de esta joven finlandesa de 23 años.