José Jonay Ojeda, experto en salud pública: "Las medidas de Madrid llegan tarde, es una bomba de relojería"
El experto, portavoz de la Sociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitaria, alerta de que sin refuerzos de los centros de salud no se podrá aplanar la curva de contagios
Especialista en Medicina Preventiva y Salud Publica, y portavoz de la Sociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitaria (SESPAS), es escéptico con las medidas que han adoptado en Madrid para frenar los contagios de covid-19, pero insiste en que hay que hacer algo, porque Madrid "es una bomba de relojería. Estamos con el coche parado pero a muchas revoluciones, en cualquier momento salimos disparados en hospitalizaciones", advierte.
Ahora Madrid contiene el aliento, esperando que las nuevas restricciones consigan frenar el ritmo de contagios. Pero Ojeda no es optimista: cree que puede que sea tarde y sea muy complicado frenar los contagios.
MÁS
Pregunta. ¿Está perdido Madrid, abocado a un nuevo colapso hospitalario?
Respuesta. Es un poco tarde, pero todavía es mejor tomar medidas a no tomarlas. Madrid tiene unas complejidades que no tienen otros territorios pero había que tomar medidas. Es una bomba de relojería: estamos con el coche parado pero a muchas revoluciones. Esto no lo aguantamos mucho tiempo. En cualquier momento se dispara la carga asistencial en los hospitales.
Existe la posibilidad de que estas nuevas medidas geográficamente selectivas sean poco efectivas ante la elevada interconectividad de Madrid. Además, que afecten a poblaciones de renta más baja harán más difícil su cumplimiento. Y todo lo anterior, sin que Madrid refuerce de una vez la Atención Primaria y la Salud Pública autonómica.
Frenar esta tasa de contagios no es imposible, pero sí muy difícil. En las zonas rojas cuando se superaron los 500 contagiados por 100.000 ya se deberían haber puesto en marcha medidas. Ya estamos llegando tarde… llevamos mucho tiempo con estas cifras de incidencia acumulada. Probablemente Salud Pública estaba esperando a ver si funcionaban las medidas aprobadas el 7 de septiembre, de control de aforos y reuniones privadas. Ahora habrá que esperar otros diez días para ver si las nuevas restricciones han ayudado.
P. Las medidas adoptadas este 18 de septiembre, ¿pueden frenar los contagios?
R. Cuando la magnitud es la que es... poco tiempo va a haber para esto. Vemos que se llega tarde después de alcanzar unas cifras de contagio muy altas y que existe la posibilidad de que estas nuevas medidas geográficamente selectivas sean poco efectivas ante la elevada interconectividad de Madrid y el hecho de que afecten a poblaciones de renta más baja que tendrán muy difícil su cumplimiento. Y todo lo anterior, sin que Madrid refuerce decididamente y de una vez la Atención Primaria y la Salud Pública autonómica.
El objetivo sigue siendo aplanar la curva. Pero para esto es necesario el refuerzo de los centros de salud y el sistema de rastreo
Nosotros tenemos dudas de que sin tener en cuenta los determinantes sociales de las zonas afectadas -densidad de población, condiciones habitacionales- estas medidas sean efectivas. De todas formas, hay que hacer algo. Tenemos la experiencia por otras regiones de que se puede ralentizar el crecimiento hasta controlarlo. El objetivo sigue siendo aplanar la curva. Pero para esto es necesario el refuerzo de los centros de salud y el sistema de rastreo: con los suficientes medios en el sistema sanitario, una buena comunicación y medidas apropiadas se puede controlar.
P. Es decir, que hay que adaptar las medidas a cada barrio afectado, ¿no? ¿Es posible eso cuando hablamos de tantos millones de ciudadanos?
R. Las medidas tienen que ir muy dirigidas no solamente a lo factible y no factible legalmente por parte de la administración, sino también a la realidad de los determinantes sociales. Si a la hora de implantar estas medidas no lo vamos a tener en cuenta no va a ser efectivo. Hay que pensar soluciones muy locales. Adaptarlas.
Madrid va a necesitar apoyo de las fuerzas de seguridad, para controlar que se cumplan las restricciones
P. Y, ¿cómo hacer que se cumplan esas restricciones?
R. Lo primero que hay que entender es que se limita la movilidad en dos sentidos: no se puede salir ni tampoco entrar. Ése es el concepto básico que hay que aplicar. Y limitar la vida social. Para eso hace falta la participación de las fuerzas y cuerpos de seguridad del estado. Madrid, tanto ciudad como ayuntamientos, va a necesitar apoyo de las fuerzas de seguridad, que se controle el cumplimiento de las restricciones. Fácil no es.
Un problema concreto de estas zonas son los trabajos no regularizados, los que no pueden acreditar que necesitan desplazarse para trabajar porque no tienen contrato. Y la población que puede estar en esta situación de precariedad es más alta que en otras zonas de Madrid. Esa gente tiene que vivir, y no puede acreditar que sale a trabajar… Es un gran problema, desde la Sociedad de Salud Pública nos cuesta encontrar solución a eso. Y el teletrabajo no es posible en muchas ocupaciones y gran porcentaje de población de estos distritos afectados tiene trabajos presenciales a los que va en transporte púbico.
Es la gran dificultad de Madrid, su interconexión. Vivimos en zona geográfica distinta de la que trabajamos, así que es difícil controlar el flujo de personas, y en cuanto dejas viajar a esta población son muchos miles desplazándose.
José Jonay Ojeda suena preocupado: no es lo mismo confinar a 200.000 personas que habitaban en el barrio de las Delicias,en Zaragoza, que a casi un millón que suman las zonas con más contagios de Madrid. Pero el tiempo se acaba, y repite a cada rato que hay que hacer algo. Y cuanto antes. Ahora hay que esperar, y cruzar los dedos: en menos de dos semanas podría saberse si las nuevas restricciones funcionan o hay que implementar más y en más sitios.