A los tres meses de embarazo, los médicos observaron que una de las gemelas que estaban esperando Theodora y Epimenio tenía una masa en el cuello, que resultó ser un teratoma, es decir, un tumor no canceroso, pero que crecía rápidamente y dificultaba la respiración del bebé.
El teratoma era especialmente peligroso para la respiración de Jenessa una vez que naciese y ponía también en riesgo la vida de su hermana Genesis ya que ambas compartían placenta. Por ello, el hospital de Chicago remitió el caso al Instituto de Salud Fetal en el Hospital Infantil Ann & Robert H. Lurie de Chicago, que ha publicado la noticia.
Allí, el director Aimen Shaaban y su equipo realizaron a las 29 semanas, cuando Theodora comenzó a mostrar signos de parto, un tratamiento intraparto ex útero (EXIT). En la operación, se hizo una incisión en el útero de Theodora para acceder a Jenessa.
El equipo quirúrgico estabilizó las vías respiratorias de Jenessa y le extirpó el tumor, que había crecido casi hasta el tamaño de su cabeza. Mientras tanto, el equipo vigiló a Theodora bajo anestesia general y a la otra gemela, Genesis, que permaneció en el útero. La operación fue un éxito. El resultado es el "mayor éxito que podemos esperar", expresó Shaabam, y gracias a ello las niñas están juntas de nuevo.
Genesis, la gemela sin tumor, progresó rápidamente y pudo regresar a casa después de tres meses en la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales para Niños Lurie, o NICU. Por su parte, Jenessa tuvo que permanecer en el hospital. Se enfrentó a complicaciones que implicaron un tubo de traqueotomía y un tubo de gastrostomía para ayudarla a respirar y comer, pero se espera que a medida que crezca y se haga más fuerte no lo necesite.
Además, añaden desde el blog, la niña se puede enfrentar otros problemas más adelante debido a su nacimiento prematuro y los pulmones poco desarrollados. Los tumores de teratoma como el que tenía pueden volver a aparecer, pero la probabilidad es pequeña.