Una jauría de perros de raza peligrosa ataca en tromba a una mujer que reclamaba ayuda desesperadamente
La mujer volvía tranquilamente de la compra cuando los perros comenzaron a abalanzarse contra ella
El suceso ha tenido lugar en Argentina
Un coche se paró junto a ella, pero lejos de abrirle la puerta y ayudarla, el conductor miró y se alejó
Paseaba tranquilamente por la calle cuando, de pronto, una jauría de perros de raza peligrosa la atacaron en tromba. Primero fue un perro el que se abalanzó sobre ella por la espalda, lanzándose hacia su brazo derecho, e inmediatamente después, y con apenas segundos de diferencia, atacaba un segundo can.
Asustada, la mujer intentó zafarse corriendo hacia un lado, metiéndose en una carretera urbana de las proximidades. Sin embargo, los animales la siguieron, abalanzándose nuevamente sobre ella.
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Forcejeando con ellos hasta casi el límite, por si fuera poco, como reflejan las imágenes de una cámara de la zona, un tercer perro entró en escena sumándose al ataque.
Un vehículo se acercó a ella... para mirar
Sin opciones, la mujer de pronto vio cómo un vehículo se aproximaba a ella, quedándose parado al lado. Fue entonces cuando creyó encontrar su salvación y rápidamente intentó abrir la puerta del copiloto para escapar del ataque de la jauría. Sin embargo, para su sorpresa, y mientras seguían mordisqueándola, llegando a quitarle el abrigo que llevaba puesto, el conductor no abrió la puerta y, lejos de ayudar, se alejó con su vehículo.
Por suerte, en ese momento se aprecia cómo comenzaban a caer piedras dirigidas hacia los animales: era un vecino de la zona que, no sin temor, intentaba como podía disuadir a los perros para que se marchasen y dejasen de atacar. Sin embargo, pese a que algunas de las pedradas les alcanzaron, continuaron atacando a la víctima.
Un joven sin camiseta y armado con un palo, su salvador
Sin lograr escapar y sin que la ayuda pareciese funcionar, fue entonces cuando apareció un joven, sin camiseta y descalzo, aunque armado con un palo, que a base de empeño y muchas agallas consiguió ser capaz de liberarla.
La mujer ha sufrido varios desgarros en los tendones de brazos y manos, pero ya se recupera y ha podido conocer a su salvador, con quien se ha fundido en un abrazo agradeciéndole el poder contar su historia.