Un jurado compuesto por ocho hombres y cuatro mujeres, del tribunal penal de Cork deliberó duante hora media el pasado 6 de noviembre para finalmente declarar inocente al acusado de violar a una joven de 17 años en una calle de la ciudad irlandesa.
El violador fue defendido por una abogada, Elizabeth O’Connell, que argumentó que los jueces debían prestar atención a la ropa interior que llevaba la adolescente, según publicó The Irish Times. "¿La evidencia descarta la posibilidad de que ella se sintiera atraída por el acusado y estuviera dispuesta a conocer a alguien y estar con alguien? Tienes que mirar la forma en que estaba vestida. Llevaba un tanga con la parte delantera de encaje ", dijo la magistrada en su discurso de defensa.
Las protestas en Cork y Dublín con tangas en la mano fueron seguidas por cientos de mujeres contra la sentencia y contra "la idea arcaica" de que una prenda de ropa da el consentimiento para tener relaciones sexuales no consentidas. En las redes sociales la protesta puso el hashtag #ThisIsNotConsent, esto no es consentimiento, en español criticando la sentencia.
"Conocí a mujeres de 80 años que llevaban pantalones largos y fueron violadas, y a jóvenes de 14 años que usaban jeans y fueron violadas", dijo Mary Crilly, del Centro de Violencia Sexual de Cork. "Realmente no importa lo que usen. Necesitamos pautas en los casos judiciales sobre lo que se debe y no se debe mencionar en casos de violación y agresión sexual ".