La actuación de unos guardias de seguridad en la estación de Plaza de Cataluña, en Barcelona, está siendo cuestionada. Cuatro agentes reducen y esposan a un hombre negro que al parecer se había intentado colar. Los guardias de seguridad se tienen que tirar encima del pasajero para reducirlo. Renfe ha abierto una investigación pero niega que se trate de una agresión racista porque el viajero no llevaba billete y su comportamiento era agresivo. Uno de los vigilantes va a denunciarle por daños ocasionados en la cara.